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Bolivia marca pauta

October 29, 2020 Comments off

.Las elecciones bolivianas burlaron todas las predicciones. Las encuestas anticipaban la victoria de Luis Arce Catacora, el candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), colectividad del ex Presidente Evo Morales. La duda radicaba en si lograría acaparar más de 40 por ciento de los votos y establecer una diferencia superior al diez por ciento ante su más cercano rival. El 18 de octubre las urnas le dieron un éxito inesperado: la mayoría absoluta, con 55 por ciento de las preferencias. 26 puntos de diferencia sobre el ex presidente Carlos Mesa, el segundo candidato más votado. El MAS obtuvo también la mayoría en las cámaras de senadores y diputados en la Asamblea Legislativa Plurinacional. La asociación entre Arce y el hasta hace poco presidente Morales es estrecha. Durante el grueso de los 14 años del gobierno de Morales fue su ministro de Economía y Finanzas, salvo una breve interrupción de 18 meses, Arce fue el artífice de la conducción económica. Antes se había desempeñado en el Banco Central. Arce era percibido como un gestor clave del éxito económico de los sucesivos gobiernos de Morales en que Bolivia cuadruplicó su producto interno bruto de 9.500 millones de dólares anuales a 40.800 millones, en tanto que redujo la pobreza del 60 por ciento al 37 por ciento. En la memoria popular la gestión de Arce quedó asociada a un período de bonanza. Los gobiernos de Morales multiplicaron los bonos que incrementaron los ingresos de los sectores más postergados. Según lo precisa el analista boliviano Fernando Molina el gobierno del MAS destinó por concepto de la “Renta Dignidad”, entregada a todos a los mayores de 60 años, 1.200 millones de dólares, beneficiando a 900.000 personas. Junto a las mujeres embarazadas y grupos de estudiantes se benefició a un tercio de la población, es decir, 3,3 millones de personas, con montos que van de 28 dólares a 340 dólares por persona. Ello ocurrió en el punto más alto de la historia económica boliviana. El mayor auge provino de los elevados ingresos por exportaciones que, en una década, pasaron de dos mil millones de dólares a frisar los diez mil millones. Ingresos incrementados por los altos precios internacionales de las materias primas. Arce desarrolló un perfil que lo acercaba más un tecnócrata que a un líder político. Algo que le favorecía ante los embates unificados de sus rivales. Fernando Camacho, el candidato de la extrema derecha cruceña, lo descalificó señalando: “Luis Arce no es un candidato, es un títere del dictador Evo Morales”. El ex presidente Jorge Quiroga, que terminó el segundo gobierno de Hugo Banzer (1997-2001) lo motejó como el “cajero del despilfarro”, por las elevadas inversiones en obras públicas. Más moderado Carlos Mesa restó méritos a los logros de la gestión de Arce pues a su juicio no fueron “por mérito propio”, sino que la resultante de los altos precios de las materias primas “que jamás gobierno alguno haya recibido” en el país. Además denunció “el despilfarro y corrupción” que se materializaron en “palacios, aviones, lujos. El responsable, obviamente, era el presidente Morales, pero muy en particular su ministro de Finanzas”, afirmó Mesa. A estos juicios descalificatorios se sumaban los del gobierno interino de Jeanine Áñez que demonizó al MAS calificándolo de “partido narcoterrorista” y denunciándolo como una mezcla de autoritarismo indigenista, despilfarro y corrupción. Una visión cuestionable proveniente de un gobierno acusado de negocios turbios en medio de la crisis causada por el Covid-19. En plena cuarentena estalló un escándalo por la compra de un centenar de respiradores de origen español a un valor cuatro veces mayor al de su precio de lista que, para peor, ni siquiera servían para las terapias intensivas. El escándalo resultante tumbó al ministro de Salud. La derecha no atinó. Las posibilidades de la derecha de llegar al sillón presidencial en el Palacio Quemado por la vía de las urnas eran escasas. Por ello fue urdida la versión que los comicios, de octubre de 2019, que daban por vencedor a Morales, estaban viciados. La denuncia les abrió una ventana de oportunidad para impugnar la trasparencia del proceso electoral. La agitación contra el presunto vencedor abrió semanas de agitación callejera. Hecho que condujo al amotinamiento de la Policía Nacional. Esto fue seguido por una conminación del ejército a Morales para que renunciase a su mandato. Ante la disyuntiva de un derramamiento de sangre de proporciones mayores el mandatario optó por apartarse buscando refugio en Argentina. La gestión de Áñez, carente de la legitimidad otorgada por las urnas, agudizó la polarización ante los mayoritarios sectores indígenas y populares. De entrada Áñez llamó “salvajes” a los seguidores del MAS. Con ello dio el ejemplo para un lenguaje agresivo hacia los militantes de la organización que fueron calificados de ‘terroristas’, ‘sediciosos’, ‘castro-chavistas’ y otros epítetos. Además la policía cometió ultrajes como quemar banderas wiphala reconocidas como legítimas expresiones de los pueblos indígenas por la constitución. De las palabras y los agravios se pasó a los hechos. La represión de las protestas de Sacaba y Senkata, dejaron un saldo de 30 muertos y unos 700 heridos producto de los disparos de los uniformados contra la muchedumbre. En el plano político además de la represión la campaña electoral de Carlos Mesa ignoró las clases bajas urbanas, las que finalmente definieron la elección. Mesa apostó por representar el “voto útil” de las clases medias contra el MAS. Ello lo llevó a entrar en un juego político que quedó cojo cuando Luis Fernando Camacho, uno de los líderes de las protestas contra Morales el año pasado, optó por mantener su candidatura apuntando al potente regionalismo de Santa Cruz, .La estrategia del MAS Arce y sus asesores apostaron, en cambio, por los barrios periféricos, por los pobres y los empobrecidos del coronavirus. El país ha registrado hasta octubre un total de 140.853 casos con 8.645 muertes. Muchos de los que pudieron salir de la pobreza para asomarse a una incipiente clase media, durante los sucesivos gobiernos de Morales, han vuelto a caer en la pobreza a causa de la pandemia. A mediados de año 3,2 millones de bolivianos no tenían lo suficiente para comprar alimentos. El voto masivo del mundo rural y las poblaciones marginales urbanas dieron un respaldo decisivo a Arce. Un segundo enfoque fue disipar de la mente de los votantes el temor que el MAS buscaba eternizarse en el poder. Arce prometió gobernar solo un mandato, cinco años, y “reencaminar el proceso de cambio”. Además prometió que no habrá revanchismo ni persecución política. En concreto adelantó que no sancionará a policías o militares involucrados en la salida forzada de Morales. El proceso electoral dejó al descubierto la debilidad política y electoral de los competidores de derecha del MAS, fragmentados y enfrentados entre sí. El candidato de centroderecha Carlos Mesa no logró articular un proyecto de país, ni un discurso electoral capaz de seducir a los indecisos del Occidente boliviano. El candidato de la derecha empresarial, Fernando Camacho, tampoco logró convencer a los indecisos del Oriente del país. Hasta una semana antes de las elecciones, en su bastión electoral, en el departamento de Santa Cruz, había 28 por ciento de indecisos, que representan 7,5 por ciento del padrón electoral total. Son personas de sectores pobres que fueron excluidas por los empresarios a los que representa el líder cruceño, y que fueron violentadas en las movilizaciones que lideró este empresario contra Morales hace un año. En la elección del 18 de octubre, estos indecisos optaron por el MAS en rechazo a una elite empresarial que no mostró estar dispuesta a incluirlos en su “modelo de desarrollo”. El MAS obtuvo un apreciable 35 por ciento de los votos en esa región. Está a la vista que los adversarios del MAS subestimaron el potencial electoral de este partido y de su candidato. Por un lado, las encuestas no detectaron la verdadera intención de quienes se presentaban como indecisos y eso los despistó. Fueron presas fáciles de su autointoxicación. La subestimación se debió a la incapacidad de estos grupos políticos, que representan a las elites tradicionales, de reconocer al MAS como una expresión efectiva de los sectores sociales indígenas y de los estratos más pobres del país. En cambio, regularmente denuncian al MAS como “marioneta del chavismo”, o una “organización delincuencial” y han entendido la adhesión que consigue como un fenómeno puramente clientelar. Impacto internacional. Bolivia es considerada, por numerosos analistas, como una suerte de veleta que anticipa la dirección de los vientos que soplan en Sudamérica. En el pasado se señalaba que era el eslabón más débil de la región. Como una de las naciones más pobres y vulnerables sufrió intervenciones militares criollas a menudo auspiciadas ya sea por los militares brasileños, argentinos o por Estados Unidos. En esta oportunidad Washington fue un opositor activo al gobierno del MAS. Morales se define a sí mismo como un antiimperialista y en forma recurrente denunció maniobras estadounidenses por minar y dificultar su gobierno. Apenas tres días ante de los últimos comicios un par de altos funcionarios del Departamento de Estado, en Washington, hablaron con algunos periodistas bajo reserva. Uno de ellos señaló: “La forma en que el Tribunal Electoral y el gobierno anterior (el de Morales) administraron las elecciones quedó correctamente cuestionada por la manera en que fue llevada a cabo, y despertó serias dudas sobre el conteo de los votos. El gobierno de Estados Unidos y muchos otros observadores, tanto dentro como fuera de Bolivia, llegaron a conclusiones similares”. ( Departamento de Estado vía teleconferencia, octubre 15, 2020) La voz cantante de las denuncias realizadas contra las elecciones de octubre del año pasado corrió por cuenta de Luis Almagro, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA). Otros organismos estadounidenses como una comisión del Massachusetts Institute of Technology (MIT) estimaron, sin embargo, que los resultados reflejaban la voluntad de los electores. Algo ratificado hasta cierto punto por los últimos cómputos. Consultado Arce sobre el papel de Almagro señaló: “Después de haber generado todos esos eventos que dieron lugar al golpe de Estado, que provocaron muertos, por supuesto que estoy de acuerdo (con exigir la renuncia)”. El periódico New York Times escribió el 7 de junio que “el análisis de la OEA contenía serios errores.”. Por su parte investigadores del Election Data and Science Lab concluyeron que era muy posible que Morales había ganado en la primera vuelta y que su victoria era legítima. “Como especialistas en elecciones justas consideramos que la evidencia estadística no respalda los alegatos de fraude en la elección de octubre (2019)” señalaron los autores del estudio en un artículo publicado en el Washington Times. Argentina El Presidente argentino Alberto Fernández junto a su vicepresidenta Cristina Kirchner estuvo entre los primeros que felicitaron a los vencedores Arce y Choquehuanca. Todavía no eran publicados los resultados oficiales y Fernández tuiteaba “La victoria del @BOmereceMAS en Bolivia no solo es una buena noticia para quienes defendemos la democracia en América Latina; es, además, un acto de justicia ante la agresión que sufrió el pueblo boliviano. ¡Felicitaciones, @LuchoXBolivia!”. En la misma red social, Kirchner envió sus felicitaciones: “ Felicitaciones a Lucho Arce y David Choquehuanca que, junto a Evo, construyeron en Bolivia un gran triunfo popular. La Patria Grande feliz”. Brasil Tras un conspicuo silencio de varios días, que expresaba la decepción del Presidente Jair Bolsonaro, Brasilia felicitó a Arce y al vicepresidente electo. Brasil destacó el “clima de tranquilidad y armonía del pueblo” que contribuyó al “éxito” en las elecciones”. Pero sorprendió el que Brasil aplaudiera “la actitud democrática y constructiva del Gobierno de la presidenta Jeanine Áñez”, tras la anulación de las elecciones de octubre del año pasado. Chile El presidente Sebastián Piñera informó que se comunicó telefónicamente con el presidente electo Arce para desearle éxito en su próxima gestión. Ambos coincidieron en reencaminar las relaciones bilaterales para “establecer una buena vecindad”. “Felicito a @LuchoXBolivia por su elección como Presidente de Bolivia. Recién conversamos por teléfono para desearle éxito en su gestión. Estoy seguro que trabajaremos con voluntad para avanzar hacia una nueva etapa en nuestra relación bilateral y fortalecer la integración regional”, planteó Piñera. La respuesta de Arce: “Agradecido por la comunicación y deseos de éxito del presidente @sebastianpinera. El triunfo es de nuestro pueblo. Reencaminaremos las políticas de unidad entre los pueblos de la región para establecer una nueva vecindad”. Más allá de las palabras de buena crianza es la hora para explorar la posibilidad de una normalización de las relaciones entre ambos países. Una buena señal sería reestablecer los vínculos diplomáticos al nivel de embajadores.

La incógnita boliviana.

November 14, 2019 Comments off

 

La caída del gobierno del Presidente Evo Morales es emblemática de la tensión que vive América Latina. Hace algunas décadas se decía que Bolivia era un  barómetro para anticipar que ocurría en el resto de la región. Ello hasta que comenzaron los tres sucesivos gobiernos de Morales. Como el presidente democrático de mayor permanencia en el poder, casi 14 años, cambio el rostro social del país y representó una era de estabilidad.

Ahora Bolivia vuelve a la  incertidumbre que lo caracterizaba. El país está   dividido. No solo afloran las viejas rivalidades regionales entre el altiplano mayoritariamente indígena, donde habitan los llamados collas, y los llanos orientales, la llamada media luna  por la conformación de los departamentos de Santa Cruz, Tarija, Pando y  Beni. Sus moradores son denominados cambas. La pugna entre La Paz, la capital política, y Santa Cruz, el más dinámico motor económico reflota con virulencia cada tanto.  Luis Fernando Camacho, el presidente del Comité Cívico de la ciudad de Santa Cruz, caracterizado como un filo fascista, lideró el alzamiento contra Morales. La tensión étnico racial está siempre presente. El ahora depuesto vicepresidente Álvaro García Linera aludía a la “pigmentocracia” para designar a la elite blanca que, a su juicio, mantuvo un virtual apartheid  desde la independencia.

Hasta cierto punto Morales fue víctima de su éxito. Una clase media emergente indígena  logró romper el centenario cerco de marginalidad. Este fenómeno es simbolizado con la aparición de los  “cholets”, en el ciudad de El Alto, que son  la versión chola de un chalet. Los arquitectos hablan de un diseño  neo andino. En el campo político este sector, cuyas lealtades estaban dictadas por su condición étnica, mutó para identificarse con sus intereses de avance económico y social.

El poder desgasta incluso a líderes de gran carisma. Una de las mayores debilidades del binomio Morales- García Linera, fue no asegurar un liderazgo capaz de asumir la sucesión. La renuncia y partida a México de ambos señala, en todo caso, el don político de anticipar la amenaza de un baño de sangre de haber llamado a una resistencia frente a las fuerzas armadas y la policía.  Ante la coyuntura adversa optaron por una retirada. Está por verse cómo reaccionará la sociedad boliviana regida por fuerzas que no cuentan con una mayoría ciudadana expresada en las urnas. Más allá de las acusaciones de fraude Morales era, por bastante, el candidato más votado en las elecciones del 20 de octubre. La Presidenta interina Jeanine Áñez ha prometido prontas elecciones. Ahora su gobierno deberá dar garantías para comicios libres que permitan la participación de todos los sectores. Es una interrogante si la  variopinta alianza que forzó la salida de un mandatario electo será capaz de enfrentar unida los meses venideros.

Bolivia: Evo o no Evo.

November 7, 2019 Comments off

 

Una ironía del destino: el futuro del gobierno del Presidente Evo Morales está en manos de la OEA. La a menudo vilipendiada  Organización de Estados Americanos realiza una auditoría, vinculante para el gobierno, sobre la validez de los resultados de la elección presidencial del 20 de octubre. Entonces Morales buscó la cuarta reelección continua desde que llegó al Palacio Quemado en 2006.  No había dudas que vencería con más del 40 por ciento de los votos. La interrogante estaba en  si superaría por más de un 10 por ciento al ex presidente Carlos Mesa, su más cercano rival.  De lograrlo sería electo presidente en primera vuelta obviando el balotaje. Después de una interrupción de  casi 24 horas en la fase final de la entrega de cómputos, por parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Morales emergió con 47.08 por ciento de los votos contra Mesa con  36.51, logrando la codiciada ventaja de 10,56 puntos que le otorga un mandato hasta el 2025.

¡Fraude! proclamó al unísono la oposición que realiza, desde entonces, movilizaciones, paros, tomas de edificios fiscales y cortes de caminos a lo largo del  país.  Exigen nuevas elecciones y la renovación del TSE. El gobierno acusa intentos de golpe de estado apuntado a los llamados de ciertos grupos a la intervención de las Fuerzas Armadas. Morales dice que acatará el fallo de la OEA. Ello hace presumir que tiene seguridad que los comicios le fueron favorables.

Cuando los países entran en crisis afloran todas las fracturas que subyacen en la sociedad. En Bolivia ello viene de ocurrir. El Departamento de Santa Cruz, en el oriente del país ha tomado la voz cantante en la protestas. El titular del Comité Cívico regional cruceño Fernando Camacho, anunció el “punto final” del presidente Evo Morales. Se han atizado las acusaciones de racismo, un tema al que la mayoría de los bolivianos, incluido Morales,  de descendencia indígena son muy receptivos.

El Movimiento al Socialismo (MAS), la organización oficialista que postula a Morales recibió un severo castigo en los resultados parlamentarios. La fuerza de Morales ha descansado en su gestión económica,  Evonomics como algunos la llaman. Bolivia logró un crecimiento promedio de 5 por ciento y casi 4 para este año. Además, a diferencia de algunos países vecinos, logró una significativa distribución de la riqueza generada. Pero  Bolivia, como el resto de la región, sufre el impacto del fin del ciclo de los super precios de las materias primas. En el caso boliviano el daño lo ha provocado  la caída del precio del gas que exporta a Brasil y la Argentina. Esto ha mermado las arcas fiscales frente a una ciudadanía que empoderada exige mayores prestaciones. El desenlace a la crisis en curso está, hasta ahora, donde siempre debe estar: en las urnas.

Incendios y soberanía nacional.

August 29, 2019 Comments off

 

 

Vastos incendios arrasan millones de hectáreas. Desde de la Amazonía brasileña y boliviana a Groenlandia, desde Angola y el Congo al ártico ruso  desde Indonesia, pasando por Alaska y Canadá las llamas de  millares de focos destruyen bosques y selvas.

La abrumadora mayoría de los incendios son causados por actividades humanas, en especial las agrícolas y ganaderas. Ya sea para quemar residuos de cosechas o para despejar tierras. Hoy, en el cuadro del calentamiento global, regiones que sufrían daños menores experimentan desastres de grandes proporciones. Los incendios contribuyen a la deforestación que es la causante de un quinto de las emisiones de gases de efecto de invernadero.   La deforestación produce más emisiones que todo el tráfico terrestre y aéreo combinado.

En América Latina las consecuencias políticas de algunos siniestros han chamuscado a algunos gobiernos. En Nicaragua, en 2018,  ardió una reserva natural en la frontera con Costa Rica. El Presidente Daniel Ortega tardó semanas en reaccionar. Lo hizo recién cuando estallaron protestas callejeras. Su gobierno desechó una oferta de ayuda costarricense para combatir las llamas. El malestar desatado, junto a otras reivindicaciones, gatillaron movilizaciones sociales que culminaron con cientos de muertos a manos del régimen.

En Bolivia el gobierno de Evo Morales también está al debe frente a los  grandes incendios que afectan al país. Comenzó, como en Nicaragua, por  restarles importancia y luego tardó en aceptar ayuda internacional. El momento no puede ser más inoportuno para sus aspiraciones de conseguir un cuarto mandato, en los comicios del 20 de octubre. Aunque figura como el claro favorito el ex presidente Carlos Mesa, que le sigue en las encuestas, ha aprovechado para poner a Morales a la defensiva.

Los incendios en la Amazonía han causado especial indignación en Brasil y a nivel internacional. El Presidente Jair Bolsonaro refuta el apodo del Nerón de la Amazonia. En los hechos su gobierno ha contribuido, a través del debilitamiento de la vigilancia fiscal y de levantar restricciones a las quemas. Bolsonaro se ha negado a recibir ayudas internacionales argumentando que ellas son interesadas y buscan influir en el país.

En los casos de Nicaragua,  Bolivia y Brasil hay una constante. En los tres gobiernos enfrentados a las llamas se aprecia un falso orgullo.  Si un país no es capaz de defender oportunamente su patrimonio, y por ese hecho perjudica a terceros y a todo el planeta,  está invitando  a que los afectados intervengan. Pueden hacerlo en un inicio con ayuda. Pero si el problema persiste y se agrava, tarde o temprano, lo harán en forma más vigorosa. La defensa de la soberanía nacional pasa por proteger los bienes, bosques en este caso, que son  vitales  para el conjunto de la humanidad.

Silencio en La Haya

March 29, 2018 Comments off

Chile y Bolivia concluyeron sus alegatos ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Los abogados de ambos bandos ya  pueden colgar sus pelucas y togas.  Ahora corresponde a los jueces deliberar y sin un plazo fijo entregar un veredicto, este año o el próximo, sobre la demanda boliviana. La Paz solicitó a la  Corte, en 2013, que obligue a Chile a abrir negociaciones sobre una salida al Pacífico.

Con solo lograr que la  CIJ   considerara el caso Bolivia obtuvo un logro: llamar la atención a nivel mundial  que existe un diferendo entre ambos países. Durante cinco años La Paz ha contado con una poderosa caja de resonancia que ha visibilizado sus exigencias a nivel mundial. Desde la perspectiva boliviana no había más remedio que apelar a La Haya puesto que Chile se niega a un diálogo directo sobre la cuestión marítima.  Pareciera, en todo caso, que Bolivia sigue el modelo diplomático argentino en relación a Las Malvinas. Cuanto más denuncias, cuanto más pueda incomodar a Londres tanto mejor. Hasta cierto punto la diplomacia boliviana ha tenido éxito  en poner a Chile a la defensiva. En definitiva Santiago no tiene nada que ganar en el litigio y solo podría ver su postura disminuida ante un fallo favorable a Bolivia.

Media década después, con varias decenas de millones de dólares gastados en sus respectivas delegaciones, abogados y legiones de expertos nada ha cambiado. Los argumentos son los mismos. Santiago dice que todo está zanjado por el Tratado de 1904. El Presidente Sebastián  Piñera reitera que frente a Bolivia Chile: “No tiene problemas ni de mar ni de territorio pendientes”. Bolivia replica  que Chile asumió el compromiso de ceder un acceso oceánico. Ello a través de lo que denomina  el derecho expectaticio.

En algo coinciden, sin embargo, ambos países. Sea cual sea el fallo de la CIJ ninguno tiene la  voluntad de alterar sus políticas. Roberto Ampuero, el canciller chileno, reitera la tradicional postura chilena de “No ceder ni un centímetro de territorio”. El Presidente Morales, por su parte,  advirtió  que “Si  esta demanda no fuera bien, ni se imaginan ustedes que tenemos planes mucho más interesantes que esta primera etapa de batalla legal en la Comunidad Internacional”.

Bolivia no dispone de muchos recursos para presionar a Chile. En algún momento La Paz consideró sus ricas reservas gasíferas como un elemento para la negociación. Pero la idea no prosperó pues Santiago aseguró sus requerimientos a través de otras fuentes. La fuerza militar  tampoco es una opción pues Chile destina diez veces más recursos a la preparación bélica: Mientras Bolivia invierte alrededor de 500 millones de dólares en sus fuerzas armadas sus pares chilenas reciben 5.000 millones de dólares.

La coyuntura regional favorece a Piñera que está en sintonía política con los principales gobernantes sudamericanos.  El latinoamericanismo, postulado por los ideales bolivarianos, ha quedado postergado en la mayoría de las capitales de la región más interesadas en las relaciones económicas. La llave para superar el problema es encontrar una propuesta que favorezca a ambos países y tenga la aprobación de sus pueblos.

Fricciones chileno bolivianas

July 21, 2016 Comments off

Para bailar tango se necesitan dos. La visita a Chile de David Choquehuanca, el canciller boliviano, marcó un áspero nuevo capítulo en las relaciones entre ambos países. Quedó al descubierto que La Paz y Santiago, como dice el refrán, bailan una misma melodía pero a ritmos dispares. El objetivo boliviano es lograr una salida soberana y continua al Océano Pacífico. La meta chilena es impedir que lo haga, al menos de manera continua,  a través de su territorio. El gobierno chileno postula que no hay disputa alguna pues Bolivia, de manera soberana, ratificó los tratados que fijan los límites actuales. Para Santiago lo que rige es el Tratado de Paz y Amistad de 1904 que fija las fronteras y el acceso boliviano al mar a través de puertos chilenos.Pese a ello en distintos momentos ha aceptado considerar un nuevo trazado que abra una ruta al mar para su vecino mediterráneo. Lo hizo el régimen de Augusto Pinochet, a través de la declaración de Charaña de 1975,  que discutió un intercambio territorial.

En tiempos más recientes, en 2007, fue generada la llamada “agenda de trece puntos”. De todos  ellos había uno que era el que más interesaba a Bolivia, el sexto, que trataba sobre una salida al Pacífico. Como suele ocurrir con las agendas internacionales que presentan dificultades se partió por lo más simple para dejar para el final lo más conflictivo: la cuestión marítima. El mandato de Bachelet concluyó sin acuerdos. En su gestión el Presidente Sebastián Piñera (2010-14), orientado a la Alianza del Pacífico, en los hechos abandonó las negociaciones con Bolivia.  Fue un punto quiebre que convenció al Presidente Evo Morales que por la vía de negociaciones directas no lograría avances. Ante esta frustración y al observar el éxito relativo de Perú  La Paz optó por llevar el tema a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya. En todo caso Chile siempre ha insistido que  la reclamación de sus vecinos pertenece al ámbito bilateral. .

Ante la venida de Choquehuanca la cancillería chilena solicitó al ministro boliviano su programa de visita. Ello para garantizar la seguridad y brindarle las cortesías protocolares a él y su comitiva de parlamentarios y periodistas.  Aquí ya quedó de manifiesto la diferencia de libretos entre los dos países. La autoridad boliviana señaló que deseaba inspeccionar los puertos de Arica y Antofagasta así como la situación de sus compatriotas camioneros. Ello sin someterse al tutelaje chileno. Las declaraciones acrimoniosas y  fricciones no tardaron.  Eran, probablemente, el objetivo de la visita. Señalar a Chile como un país que incumple sus obligaciones. El propósito sería engordar el expediente presentado ante la CIJ. En el futuro cabría esperar más de lo mismo.

Diálogo de sordos :

Presidente Evo Morales en Twitter: “Canciller chileno dice que si canciller boliviano, David Choquehuanca, visita Chile ‘llegará en condición de turista’ esta es la prueba más contundente del neocolonialismo racista que gobierna Chile y que no reconoce a un canciller indígena”.

Canciller Heraldo Muñoz: “Lo que tenemos ahora es una visita privada que al final fue un montaje”.

El No boliviano

February 25, 2016 Comments off

El gobierno del Presidente Evo Morales recibió un balde de agua fría. Cometió lo que en el deporte llaman un error no forzado. Vale decir asumió el riesgo de un revés político de proporciones sin necesidad de hacerlo. Luego de haber propuesto una Constitución que limitaba la gestión presidencial a dos mandatos buscó modificarla. El oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) argumentó que era necesario gobernar más allá del 2019, cuando concluye el actual período, para consolidar los avances de su proyecto. Demás está decir que los horizontes de los cambios suelen ser infinitos en el tiempo. De allí que se prefiera hablar de metas antes que de plazos.

El referéndum del domingo rechazó la intención de apernarse por parte de los actuales conductores políticos bolivianos. Ello, sin embargo, no significa un rechazo a sus políticas. Estas podrían seguir vigentes si el MAS gana las próximas elecciones presidenciales. Los que mayoritariamente votaron por el NO al cambio constitucional no representan un ideario homogéneo. Están los desconformes con la gestión de La Paz. Es llamativa la división entre el altiplano Aymara y los departamentos llamados de la media luna entre los que destacan Santa Cruz, Pando y Beni. Tarija tuvo también un alto porcentaje del NO. Bolivia se define como un “estado plurinacional” conformado por numerosos pueblos nativos. Pero hay quienes consideran que hay un pueblo, el aymara, que tiene más beneficios que otros.  Una serie de escándalos de corrupción en  el oficialismo motivó que muchos distinguieran señales de alerta ante la consolidación de trenzas de poder. Era la oportunidad perfecta para enviar una advertencia. Es sabido que el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente.

Con gran espíritu cívico, con 85 por ciento de participación electoral, los bolivianos dieron su veredicto. Algunos inscriben este resultado en lo que estiman es un cambio de tendencias políticas en toda la región. Se señala la victoria de Mauricio Macri en Argentina, la derrota del chavismo en las últimas elecciones parlamentarias así como las dificultades del gobierno de Dilma Roussef de Brasil. La situación de Bolivia difiere de los países mencionados. La legitimidad del núcleo gobernante sigue vigente respaldada por una  solida  gestión económica. Morales ha designado a David Choquehuanca, su canciller, para que asuma la continuidad del proceso una vez que concluya su mandato. Choquehuanca  es uno de los pilares del MAS y  tiene un gran ascendiente entre la población indígena lo que asegura la afirmación de las políticas indianistas.  Como dijo resignadamente Morales: hemos perdido una batalla pero no la guerra.

La bonanza boliviana.

A lo largo de la última década con Evo Morales a la cabeza Bolivia ha tenido un crecimiento económico sostenido de cinco por ciento anual. Su producto interno bruto pasó de 9 mil millones de dólares a más de 30 mil millones en nueve años. Pero lo más importante ha sido una distribución de esta riqueza en pensiones y becas escolares. Además de una notable modernización y ampliación de la infraestructura del país.

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La Haya para rato.

September 25, 2015 Comments off

Ante el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), al igual que frente a resultados electorales, no se pierde ni se gana: tan solo se explica. El voto de los jueces fue categórico: 14 a favor de la competencia de la Corte para atender  la demanda boliviana y apenas dos en contra.  Desde la perspectiva chilena expresada por la Presidenta Michelle Bachelet: “Bolivia no ha ganado nada”. En un sentido estricto es cierto. Lo único que estableció el fallo es que la CIJ acoge la demanda boliviana, y por lo tanto abre el juicio, para determinar si cabe exigirle a Chile que entre en negociaciones sobre una salida soberana al Océano Pacífico.

En temas tan delicados como los que atañen a la soberanía territorial de los países los argumentos nunca son solo jurídicos. Por eso reúne a los ex presidentes y jefes políticos.  Chile ha insistido que las exigencias bolivianas no corresponden pues todos los temas fronterizos, así como el acceso al mar por puertos chilenos, están cubiertos por el Tratado de 1904. Lo mismo se dijo en la disputa por aguas territoriales con el Perú. En el último caso la CIJ discrepó con Santiago y obligó a la cesión de una porción de las aguas nacionales. En el caso en curso la CIJ estima que hay temas que al margen del Tratado de 1904 merecen análisis. Debería ser motivo de preocupación para las autoridades chilenas que la CIJ haya optado por llevar adelante el juicio.  Surge la interrogante: ¿Los jueces dedicarán años a estudiar las posturas de ambos países para concluir que en realidad Bolivia no tiene base para sus exigencias? Es un asunto inquietante para Santiago puesto que los letrados ya han estudiado la memoria presentada por La Paz.

El derecho internacional y los tratados gravitan pero también pesan la influencia y las campañas desarrolladas por los países interesados. Desde este punto de vista Bolivia obtuvo una victoria. En primer lugar el liderazgo del Presidente Evo Morales y su gobierno sale fortalecido. Para Chile la comparecencia ante La Haya es un pleito no buscado en el cual no tiene nada que ganar y, quien sabe, podría culminar con un desenlace complejo. Para La Paz, en cambio, el fallo de  la CIJ es una inyección a la vena para reiterar que: “Bolivia nunca ha claudicado y nunca claudicará hasta volver al Pacífico con soberanía”, como viene de señalarlo Morales. Así la perspectiva de un juicio prolongado, por un par de años, le viene bien a las autoridades bolivianas que podrán concentrar sus esfuerzos en un tema muy sentido por el conjunto de la ciudadanía. En el caso chileno ocurre todo lo contrario pues el tema más que concitar interés es para muchos una fuente de irritación.  Peor aún, existe el peligro que la política exterior del canciller Heraldo Muñoz,  orientada a Latinoamérica, termine descarrilada. Ello no en el sentido de  prestar menos atención a la región sino que se vea obligado a cambiar el eje de los esfuerzos integradores por el afán de neutralizar a La Paz. Lo lógico y deseable es que ambos países abran negociaciones directas tras una fórmula mutuamente satisfactoria. Nunca es tarde para dialogar.

Lo que nos espera.

Bolivia y Chile librarán una pugna dispar no en términos de poder de fuego. Chile tiene una superioridad de diez a uno frente a Bolivia,  medida en presupuesto bélico. Pero Bolivia lleva la ventaja en términos morales. Moral no en un sentido ético sino que como la entienden los militares, como motivación para el enfrentamiento. Una Bolivia movilizada tras el ideal nacional de la centenaria reivindicación de una salida al mar no escatimará esfuerzos en su campaña. Chile, en cambio, no quiere ceder territorio pero  las demandas bolivianas no movilizan a una población militante. El consuelo es que  la batalla se librará con argumentos en América Latina y La Haya.

Chile y Bolivia esperan fallo de La Haya.

September 23, 2015 Comments off

Chile y Bolivia aguardan con indisimulada ansiedad el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Ello porque sus pronunciamientos, se admita o no, brindan legitimidad a una de las parte en pugna. Si el tribunal se declarara competente y acepta la demanda boliviana en La Paz ello será considerado como un espaldarazo. Aunque no tendrá ningún impacto sobre el fondo del tema que es el trazado de las respectivas fronteras nacionales. Pero permitiría a Bolivia afirmar: ven, como lo hemos dicho, hay un litigio pendiente con Chile. En Santiago, en cambio, que ha alegado que la CIJ no tiene competencia para juzgar el caso, habrá cierto desencanto ante la perspectiva de años de litigio. El ideal para Chile es que la CIJ se inhabilité y así quede cerrada la ruta de un fallo internacional. Pero, pase lo que pase, nada cambiará en lo inmediato para ninguno de los países pues se trata de un fallo sobre las denominadas “excepciones preliminares”.

A menudo es difícil predecir como actuará una corte nacional. Saber cómo fallará un tribunal internacional, integrado por una legión de jueces provenientes de países muy diversos, es aún más azaroso. Aunque, claro, tienen algo en común, aparte de distinguidas carreras y altos sueldos, y ello es impartir justicia y, por sobre todo, evitar que los conflictos pasen a mayores. La tarea de la CIJ, junto con aplicar el derecho, es velar por la paz entre los litigantes. Como es bien sabido los tratados y leyes internacionales tienen un amplio margen de interpretación. En ese contexto la tarea clave de la CIJ, en el marco del sistema de Naciones Unidas en la cual se enmarca, es hacer lo que está a su alcance para buscar la concordia entre estados. Si al final los litigantes dicen: es preferible un mal fallo que una buena guerra (que no las hay) habrá logrado su cometido. Ello lleva a que la CIJ no solo considere la jurisprudencia y leyes sino que también el impacto político de sus sentencias. Es lo que muchos chilenos le imputaron tras el fallo en la reclamación marítima peruana. La inconformidad fue resumida en el llamado “fallo salomónico”. Algo para satisfacer a cada parte aunque en derecho, quizás, ello no correspondiese.

En el diferendo entre Chile y Perú ambos países dijeron, en todo momento, que acatarían el fallo fuese cual fuese. No es el caso en esta oportunidad. Si la CIJ favoreciera a Bolivia este país exigirá el cumplimiento de la resolución. Pero ante un fallo adverso La Paz ya ha dicho que mantendrá su “reivindicación histórica” de una salida al Océano Pacífico. Chile mantiene su postura tradicional sobre la intangibilidad de tratados que ya han zanjado las fronteras y las prestaciones portuarias correspondientes.

El mar mas allá de La Haya.

El Presidente Evo Morales advirtió: “Si en esta demanda no nos fuera bien, ni se imaginan ustedes que tenemos planes mucho más interesantes que esta primera etapa de batalla legal en la comunidad internacional”. Heraldo Muñoz, el canciller chileno, por su parte, viene de declarar: “Tarde o temprano Bolivia tendrá que entender que no puede obligar a Chile a concederle territorio”. A buen entendedor pocas palabras: un diferendo sin visos de solución diga lo que se diga en La Haya.

El Papa y el mar para Bolvia.

July 10, 2015 Comments off

El Papa Francisco no teme a la polémica. Lo dejó en claro en su reciente encíclica “Alabado sea” dedicada al medio ambiente. En ella fustiga al sistema económico capitalista por su responsabilidad en el cambio climático que sufre el planeta. Ahora en Bolivia abordó lo que calificó como un tema “espinoso”.  En una alocución en La Paz señaló:  “ El dialogo es indispensable (una deliberada pausa) Estoy pensando acá en el mar. Construir puentes en vez de levantar muros. Todos los temas, por más espinosos que sean, tienen soluciones compartidas, razonables, equitativas y duraderas”. Palabras que fueron música para sus anfitriones. Y con razón. Una de las voces más escuchadas en toda la región respaldó en forma implícita la tesis boliviana.

A un diálogo es, precisamente, lo que La Paz pide que  la Corte Internacional de Justicia  (CIJ) obligue a Chile.  Para ello presentó su demanda en La Haya y en la primera semana de mayo fueron escuchados los alegatos de ambas partes. Ellos no versaron sobre el fondo sino que sobre la competencia de la CIJ para juzgar la reclamación boliviana. Santiago señala que el tema está zanjado en forma definitiva por el Tratado de 1904 suscrito por los dos países  La CIJ debe pronunciarse sobre su competencia o incompetencia antes de finales de año.  El Vaticano conoce bien el asunto pues Heraldo Muñoz, el canciller chileno,  estuvo allí para que no quedasen dudas sobre el rechazo a las exigencias bolivianas.

En este contexto las palabras de Bergoglio son un resonante respaldo para las gestiones del Presidente Evo Morales. La mera mención a la cuestión marítima sale del ámbito pastoral.   A mayor abundancia el vocero Vaticano, Federico Lombardi, dijo que el  Papa no está interesado  en una mediación entre los dos países si no hay una solicitud de ambas partes.  En lenguaje diplomático significa que si los países lo pidieran el  Papa Francisco está disponible para ayudar a la búsqueda de una solución.  Es evidente, por otra parte, que si uno de los países rechaza semejante gestión ella no tendrá lugar. Solo es posible mediar, de buena voluntad, cuando los litigantes acceden a ello. Así el Vaticano ha dejado  entreabierta la puerta para futuras iniciativas.

La postura de Bolivia es elevar el costo del rechazo chileno a cederle una salida soberana al Pacífico. Para ello busca lograr todos los apoyos posibles.  Las escuetas pero significativas palabras papales dinamizan  los esfuerzos diplomáticos bolivianos por posicionar el tema a nivel internacional. Precisamente lo que Chile no quiere e insiste que es un asunto bilateral que no incumbe a terceros. Y en ese marco se puede discutir de todo entendiendo que el Tratado de 1904 es intangible. O sea Santiago no está dispuesto a ceder parte de su litoral a menos que reciba una oferta boliviana de canje territorial que amerite una reconsideración.

 

Insistencia boliviana.

La demanda paceña ante la CIJ es una gestión más y de manera alguna definitiva cualquiera sea el fallo. Ya lo advirtió Evo Morales: “Si en esta demanda no nos fuera bien, ni se imaginan ustedes que tenemos planes mucho más interesantes que esta primera etapa de batalla legal en la comunidad internacional”. Para Bolivia, el plan más interesante debiera ser la elaboración de una propuesta concreta  que interese a Chile. Solo sobre esa base ambos países podrán alcanzarán un eventual  acuerdo, porque es improbable que La Paz pueda imponer sus condiciones a Santiago  de manera unilateral.