Archive

Posts Tagged ‘Irak’

El fin del siglo de Estados Unidos.

August 31, 2021 Comments off

Septiembre

Al anunciar el retiro total de Afganistán el presidente Joe Biden proclamó que Estados Unidos había cumplido con sus objetivos. El mandatario aclaró que la meta nunca fue el “nation building”, o sea hacer del país asiático un estado moderno, integrado y próspero. La misión, en respuesta a los atentados del 11 de septiembre del 2001, fue eliminar la amenaza terrorista desde aquella nación. Algo que se habría logrado con la degradación y neutralización de Al Qaeda y otras organizaciones que empleaban métodos terroristas en su lucha contra Washington.

La evaluación de Biden hoy aparece cuestionable a la luz del último y contundente ataque contra sus tropas y afganos que aspiraban a dejar el país.  La pesadilla de la Casa Blanca de una agresión, de última hora, contra la operación de evacuación tomó cuerpo con un atentado suicida. Lo que ya era un espectáculo trágico, de millares de familias agolpadas en el perímetro del aeropuerto de Kabul, se tornó en un nuevo sitio de matanza el 26 de agosto.  182 personas, en su gran mayoría afganos, perdieron sus vidas junto a 13 infantes de marina estadounidenses a quienes les corresponde proteger  las instalaciones diplomáticas de su país. Los servicios de inteligencia de Gran Bretaña, Estados Unidos y Australia advirtieron que se fraguaba un atentado. La amenaza de un ataque fue la razón señalada por Biden para terminar cuanto antes con la evacuación.  Pero, en el tráfago de informaciones y la desesperación por salir del país la alerta no recibió la atención debida.

El ataque fue reivindicado por el  Islamic State in Irak and Syria (ISIS-K)  Esta organización es un derivado afgano del Estado Islámico, como se lo denomina en castellano, que barrió y conquistó  grandes porciones de Siria (un tercio) e Irak ( 40 por ciento) entre los años 2014 y 2017 cuando cesó de ser una fuerza combativa, aunque sobreviven algunos remanentes. La rama afgana agregó a su distintivo la  letra  K en alusión a Korazán, región que incluye parte de Irán y Afganistán Un himno del Estado Islámico canta:  

Madres lloran, niños gritan, no hay que temer al kafir (el impío) / Emigren, emigren / Uzbekistán, Afganistán, luchamos en el Korasán / Luchamos, caemos, shuhada (mártires)

El Estado Islámico-K (EI-K) destaca entre los grupos yihadistas por la prescindencia de toda ética militar. Una de sus armas favoritas son los chalecos con explosivos detonados por suicidas contra “blancos blandos”, un eufemismo para designar a sitios de fácil acceso y a menudo frecuentados por civiles indefensos.   El EI-K mantiene una vieja pugna con Al Qaeda a la que considera apostata por su interpretación del Corán. En este caso se aplica el decir que no hay peor astilla que la del propio palo.  El EI nació del seno de Al Qaeda en Irak y se diferencia de su matriz pues busca el control de territorios más que la mera influencia político religiosa. El EI tuvo su gran bautizo de fuego en la guerra civil siria. Allí adoptó su nombre: Estado Islámico de Siria e Irak. La nueva denominación y la estrategia de control territorial abrió una grieta con Al Qaeda, cuyo  líder Ayman al-Zawahiri, el heredero de Osama bin Laden, creó su propia organización: el Frente al-Nusra para bloquear el ingreso del EI liderado Abu Bakral-Baghdadi. La pugna entre ambas organizaciones fue inclemente y dejó cientos de muertes. La animosidad pervive y está presente en Afganistán donde los talibanes cooperan con Al Qaeda contra el EI.   

 Un fin de era.

La derrota de Estados Unidos en Afganistán marca un punto inflexión. El siglo XX tuvo entre sus rasgos centrales la hegemonía política de Washington y el rol determinante del petróleo en la esfera económica y militar. El control de la producción petrolera mundial fue clave para la superioridad bélica y financiera estadounidense. De allí que el siglo pasado es señalado tanto como el siglo de Estados Unidos como el siglo del petróleo. Ambas características definitorias están en clara declinación. Las dos décadas de guerra librada en Afganistán han dejado al descubierto los límites del poderío del arsenal estadounidense. Los combustibles fósiles, la causa de tantas guerras y conflictos, pierden en forma creciente su relevancia estratégica. La amenaza urgente del calentamiento global obliga a disminuir su empleo para lograr reducir las emisiones de dióxido de carbono, causantes principales del efecto invernadero.

En las cronologías están los siglos calendarios de cien años y están los siglos históricos que pueden ser de, por ejemplo, 78 años como el historiador  Eric Hobsbawm definió al siglo  XX pues comenzó, en su análisis, en 1914 y concluyó en 1991 Es decir con el comienzo de la Primera Guerra Mundial y terminó con la caída de la Unión Soviética y su glacis de países socialistas europeos.  Ambos acontecimientos marcan el fin de imperios. Y así redefinen una era. Hoy surge la interrogante si la dramática retirada de las tropas estadounidenses, y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de Kabul marca el fin de lo que se ha llamado el siglo americano. Este alude al período en que Estados Unidos tuvo una hegemonía indisputada en los asuntos internacionales.

La derrota de Washington recuerda un caustico chiste apócrifo realizado durante la guerra de Vietnam. Cuando Richard Nixon llegó a la Casa Blanca, en 1969, sus asesores ingresaron a una computadora del Pentágono toda la información disponible sobre Vietnam del Norte y Estados Unidos: la población, el producto interno bruto, la producción industrial y, por supuesto, el tamaño de las fuerzas armadas y el armamento de los arsenales respectivos. Al cabo del proceso se consultó a la computadora: ¿Cuándo ganaremos? La máquina respondió en forma instantánea: ustedes ganaron en 1964, el año que comenzó la intervención estadounidense. El mismo amargo comentario se aplica a Afganistán. Nadie en el 2001, el año de la invasión a dicho país, asiático, habría vaticinado que las fuerzas estadounidenses sufrirían un revés de semejantes proporciones. 

La derrota a manos de los talibanes  es más profunda que la sufrida en Vietnam (1964-1975). Ello porque en Vietnam del Norte y la insurgencia en Vietnam del Sur Estados Unidos enfrentó al conjunto del campo socialista. Tanto la Unión Soviética como China brindaron un enorme apoyo logístico a Vietnam del Norte.  Los norvietnamitas contaron con aviones y avanzados misiles antiaéreos que limitaron las acciones aéreas estadounidenses. En tierra dispusieron de una amplia gama de blindados y camiones para movilizar tropas e insumos. Los insurgentes talibanes, en cambio, no tuvieron respaldos internacionales más allá que los facilitados por ayudistas ocasionales. Algunos donantes saudíes y aliados soterrados en Paquistán, donde sobresale el  Inter-Services Intelligence (ISI)  el enorme servicio de inteligencia paquistaní. En consecuencia, la soledad de los talibanes contrasta con el poderío estadounidense con amplio respaldo, en tropas y armas, del conjunto de los países miembros de la OTAN,  que reúne a los ejércitos más avanzados de los países desarrollados.

El gran fracaso

Estados Unidos, pese a intentarlo con sus mejores tropas e inversiones masivas, fue incapaz de consolidar un régimen político afín Para dicho objetivo destinó enormes recursos para crear un ejército afgano, de 300 mil soldados, con miras a asegurar que el país no fuese infiltrado por organizaciones que desarrollaban operaciones terroristas. Cuatro ocupantes sucesivos de la Casa Blanca movilizaron ingentes recursos para vedar en forma definitiva el territorio afgano como base de operaciones para Al Qaeda, el Estado Islámico u otras organizaciones yihadistas.

La pesadilla de los ataques contra las Torres Gemelas  y el Pentágono alimentaron el clamor  por un desquite. En Washington, con George Bush, gobernaba la corriente neo conservadora, motejada como los “neocon”,  convencida de que Estados Unidos gozaba de una supremacía indisputada. Desde  esa creencia  de invulnerabilidad abogaron por intervenir allí donde percibieron amenazas a su hegemonía. Los ataques contra Nueva York y Washington crearon las condiciones propicias para las invasiones a Afganistán (2001) e Irak (2003). Los ideólogos neocon se propusieron rediseñar el Medio Oriente e incorporar a esta vasta región al proceso de globalización.

El Islam en su vertiente yihadista era percibido como una amenaza para el conjunto del sistema internacional. En el Departamento de Estado y el Pentágono existía conciencia de las aspiraciones yihadistas pues le fueron comunicadas por colaboradores estrechos. Uno de los más prominentes fue el teniente general paquistaní Hamid Gul, jefe del mencionado todo poderoso servicio de espionaje  ISI, quien dijo en 1989: “Estamos librando una yihad y esta es la primera brigada internacional islámica de la era moderna. Los comunistas tienen sus brigadas internacionales. Occidente tiene la OTAN. ¿Por qué los musulmanes no podemos unirnos y formar un frente común?”.  El analista estadounidense Samuel Huntigton no pudo imaginar cuan profética resultaría su advertencia sobre la amenaza que presentarían las fuerzas islamistas: “Ellos han derrotado a una de las superpotencias (la URSS) y ahora están trabajando sobre la segunda (EEUU)”.

El mando de Al Qaeda, por su parte, había proclamado la siguiente fatwa: “La decisión de matar a los norteamericanos y sus aliados, civiles y militares, es un deber individual de todo musulmán en cualquier país donde sea posible” (23 de febrero de 1998). Bin Laden reivindicó ataque del 11 de septiembre del 2001 con esta declaración ante la cadena de televisión quatarí Al Jazeera: “He aquí a Estados Unidos golpeado por Alá en su punto más vulnerable, y destruidas, gracias a Dios, sus obras más prestigiosas (…) Vientos de cambio soplan en la Península Arábiga, y juro a Alá que los estadounidenses jamás volverán a sentirse seguros a menos que nosotros nos sintamos seguros y a salvo en nuestra tierra y en Palestina, a menos que Israel sea expulsada de Palestina y las fuerzas extranjeras abandonen Arabia Saudí”.

Ante la negativa del Afganistán talibán de entregarles bin Laden y sus estrechos colaboradores Estados U/nidos lo invadió el 7 de octubre 2001. Las tropas estadounidenses ocuparon Kabul en pocas semanas. Debieron recordar las palabras del general británico  Charles Callwell que entró a la capital afgana el siglo antepasado y después de un tiempo  sentenció: “No se conquista Kabul”. Lo que quiso decir es que es posible ocupar la capital afgana pero nadie puede estar seguro de por cuánto tiempo ello será posible. También es recordada su afirmación: “La guerra de guerrilla es a lo que los ejércitos regulares siempre más deben temer”.  

La caída de Kabul es un revés estratégico  de tal magnitud que ha desatado ya un profundo debate sobre el alcance del poder estadounidense. Muchos coinciden que ya hace algunos años concluyó el siglo americano. Al respecto el destacado analista estadounidense Francis Fukuyama señala. “La verdad de las cosas es que el fin de la era americana ocurrió mucho antes. Las causas de largo plazo de las debilidades y la declinación de Estados Unidos son más domésticas que internacionales. El país seguirá siendo una gran potencia por muchos años, pero cuan influyente será dependerá de su capacidad de superar sus problemas internos, antes que los de su política exterior…la cúspide del hubris  de Estados Unidos fue la invasión a Irak en el 2003”. Entonces esperaba hacer de Afganistán e Irak países modernos a la imagen de occidente.

Los talibanes que distan de ser un todo homogéneo, deben generar un gobierno capaz de enfrentar una situación económica desastrosa. Cerca de un cuarto de la población, de casi 40 millones de personas, está amenazado por   una hambruna causada por una larga sequía. La guerra y, como no, el Covid-19 han causado estragos. El Kabul emergente deberá buscar respaldos económicos y políticos. En todos los espectros de la comunidad internacional existe preocupación por un posible auge del yihadismo inspirado en la victoria talibana. A lo anterior se suma  la irrupción del Estado Islámico, con una trayectoria de intolerancia que evoca la inquisición, con crímenes masivos contra disidentes,  con aplicación de métodos represivos bárbaros contra  las mujeres y un desprecio absoluto por la libertad  de las personas. La vida nunca ha sido fácil en Afganistán y ello es algo que no tiene visos de cambiar en el futuro previsible.

**Raúl Sohr es autor del libro “El terrorismo yihadista” en el cual reseña las guerras afganas y detalla las características tanto de los talibanes, Al Qaeda como el Estado Islámico. (Editorial Debate).

Terremoto en el Medio Oriente

October 17, 2019 Comments off

 

Una nueva guerra. La invasión turca al norte de Siria altera el conjunto del Medio Oriente.  Recep Tayyip Erdogan, el presidente turco, lanzó sus tropas para crear una “zona segura” destinada a cortar los vasos comunicantes  entre los kurdos sirios y sus pares turcos.  Busca además transferir millones de refugiados sirios, en su mayoría sunitas, al territorio que, según sus declaraciones, tendrá entre 30 y 35 kilómetros de ancho a lo largo de cientos de kilómetros de la frontera turco-siria. Desde ya cientos de miles de sirios kurdos han huido de la región de combate creando un desastre humanitario más. Si se concretase el traspaso de los refugiados se plantarían las semillas de una nueva causal bélica.

Erdogan fue un partidario entusiasta de la guerra civil iniciada en 2011. Su propósito, junto a Estados Unidos y las monarquías árabes, era desbancar al  actual Presidente sirio Bashar al Asad, un filo chiíta aliado a Irán. En Ankara, la capital turca, aspiraban a implantar un gobierno sunita afín. La victoria sería un peldaño en el ascenso de Erdogan como el gran líder islámico del mundo sunita, que representa el grueso del mundo musulmán. Para la sorpresa de muchos, gracias a la decisiva ayuda rusa e iraní, Asad derrotó a sus adversarios. Esto forzó al gobierno turco a pasar a un plan B: establecer una franja que separe el país de Siria.

Mientras el Estado Islámico sembraba el terror ocupando una gran porción de Siria e Irak, destinado a constituir la base de un nuevo estado, un califato en su vocabulario, los kurdos se erigieron como una sólida barrera a las atrocidades de los yihadistas. En esa lucha se fraguó una alianza estrecha entre Estados Unidos y los  kurdos, en especial en Irak donde había un importante despliegue de tropas estadounidenses. En Siria el contingente norteamericano frustraba los planes turcos de una intervención anti kurda. Todo cambió con la destrucción territorial del califato.

El Presidente Donald Trump prometió en su campaña electoral el retiro de sus tropas de varios países, con Siria entre ellos. Sin la amenzaa del Estado Islámico Trump consideró que había llegado la hora de levar anclas. Sabía que ello equivalía a dar luz verde a los planes turcos y librar a sus aliados kurdos a su suerte.

Hay un decir que toda política exterior es doméstica en última instancia. Trump piensa en las elecciones de 2020 y cómo el retiro de tropas será recibido por el electorado. Erdogan ha galvanizado al pueblo turco tras su campaña militar en momentos que flaquea su popularidad. Hasta el momento los grandes ganadores son Asad y el Presidente ruso Vladimir Putin que emerge como una figura decisiva en el Medio Oriente. Las monarquías árabes han tomado debida nota. Una región, en todo caso, donde la situación puede cambiar de una semana a la siguiente.

El drama kurdo.

October 10, 2019 Comments off

 

El Presidente Recep Tayyip Erdogan  proclamó: “No permitiremos que ningún grupo terrorista establezca campos en el norte de Siria y amenace a Turquía”. Los terroristas en cuestión son los kurdos de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS). Una milicia que controla buena parte del norte del país. La advertencia de Erdogan se materializó esta semana con duros  bombardeos aéreos y de artillería contra efectivos kurdos en territorio sirio. A la par, tropas turcas cruzaron la frontera para establecer una “zona de seguridad” El objetivo es crear una franja de unos 30 kilómetros de ancho a lo largo de la frontera entre ambos países. El nuevo territorio permitiría a Turquía  impedir que los efectivos de las FDS cooperen con los guerrilleros kurdos, del izquierdista PKK, que combaten, desde hace tres décadas, contra las autoridades  turcas al interior del país.  Alrededor de 14 millones de la población turca, que en total suma 80 millones,  es de ascendencia kurda y muchos de ellos denuncian que son  discriminados por el gobierno de Ankara. Un segundo objetivo será trasladar la mitad de los cuatro millones de sirios refugiados en Turquía a la futura “zona de seguridad”. Hecho que, de concretarse, creará una nueva realidad en territorios poblados por kurdos.

El drama del pueblo  kurdo, que suma unos 30 millones de personas, es su dispersión en varios países.  Un importante segmento de ellos pugna, desde hace más de un siglo, por crear un Estado independiente: el Kurdistán. Estos montañeses, cuya existencia se remonta a seis siglos antes de nuestra era, nunca han podido cuajar en una entidad política. En Siria los kurdos alcanzan a los dos millones, en Irán son seis millones y una cifra similar vive en Irak.  Hay además una diáspora de unos dos millones con la mayoría de ellos radicados en Alemania

Distintas guerras en el Medio Oriente han abierto espacios a las reivindicaciones kurdas que son consideradas como separatistas, enemigas de la soberanía nacional, por sus varios países de residencia. Cualquier intento por brindarles ayuda es calificado como una intrusión en sus asuntos internos. Los kurdos, por su parte, han hecho alianzas y combatido contra diversos regímenes de la región. En la actualidad existe un virtual Estado kurdo independiente al norte de Irak que cuenta con los recursos de abundantes yacimientos petroleros y dispone de fuerzas armadas llamadas Peshmergas. Los kurdos iraquíes respaldaron la lucha de sus compatriotas sirios, junto a Estados Unidos, contra el Estado Islámico.

Comienza ahora  un nuevo capítulo de violencia en Siria. Tras ocho años de guerra civil, con cerca de medio millón de muertos y casi la mitad de su población desplazada, la ansiada paz sigue distante. El desenlace de la invasión turca es incierto.

La muerte del califato.

February 13, 2019 Comments off

 

Cercados y sin esperanzas luchan los últimos remanentes del Estado Islámico (EI). Unos quinientos  combatientes de la organización que aterrorizó el Medio Oriente libran una batalla final. En su mayoría son extranjeros que prefieren morir, armas en mano, antes que ejecutados por sus captores. La ambición de crear un estado sin fronteras, regido por la sharia, la ley islámica,  desde el sur de Rusia, pasando por el Medio Oriente y cubriendo el norte África era irrealizable. Jamás fue posible retener parte del territorio en Siria e Irak, del tamaño de Inglaterra, que llegó a regir la vida de ocho millones de personas.

La suerte del califato estuvo sellada desde su comienzo. En mi libro “El terrorismo yihadista”, publicado en 2015, cuando la organización cosechaba sus mayores éxitos escribí: “El fanatismo religioso del EI es  una fortaleza en el corto plazo, pero a la larga lo  conducirá a la derrota. Su política acumula enemigos decididos y ahuyenta aliados potenciales”. El mundo observó las imágenes de ejecuciones, degüellos, incineraciones, atentados mortíferos contra mezquitas, iglesias o turistas que provocaron  una condena unánime. Queda la triste huella de  miles de asesinatos de árabes, kurdos, musulmanes,  sufís, chiítas, yasidies, cristianos y algunos occidentales.

El califato como proyecto territorial está reducido a escasos cuatro kilómetros cuadrados en Siria, próximos a la frontera con Irak donde tropas están desplegadas para evitar el cruce. Es cuestión de tiempo, poco, para que sea ocupado por tropas kurdas respaldadas por Estados Unidos. El Presidente Donald Trump vaticinó que ello ocurriría esta semana.

Así se desvanece el espejismo de los yihadistas, empeñados en una guerra santa por imponer su peculiar versión del Islam. Fue un sueño sanguinario en que los fundamentalistas izaron sus banderas negras y proclamaron la creación del califato en junio de 2014.  Abu Bakr al-Baghdadi, cuyo paradero se desconoce, fue anunciado entonces como su califa o  líder máximo.

Esta derrota no marca, sin embargo, el fin del yihadismo. En las sombras permanecen millares de combatientes del EI. Al Qaeda, por su parte, permanece activa en varios países musulmanes operando con un esquema flexible, como una suerte de franquicia.  Las huestes de Osama bin Laden se abstuvieron de establecer un dominio territorial y esto las ha  librado de ser barridas.

Más allá del destino de las distintas organizaciones yihadistas en vastas regiones del mundo islámico subsisten las causas que les dieron origen. Un sentimiento antiglobalizador, la  oposición a gobiernos corruptos y dictatoriales apoyados por las potencias occidentales alimenta la fe islámica. La identidad religiosa es una barricada de resistencia y de hermandad.  Si no cambian las condiciones el yihadismo podría encontrar otro mascarón de proa y volver a la carga.

 

Turquía y su nuevo sultán.

June 27, 2018 Comments off

 

Recep Tayyip Erdogan logró su  reelección como presidente de Turquía. El  Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, por su sigla turca), que él dirige, mantendrá la mayoría en el Parlamento en alianza con el ultra nacionalista y derechista Partido de Acción Nacionalista (MHP). Así Erdogan, gracias a una serie de cambios constitucionales, logra un control sobre el conjunto del Estado turco que evoca el poder de los sultanes. Como los antiguos gobernantes  imperiales Erdogan podrá reinar  por decreto en muchas materias. Además tendrá la prerrogativa  de disolver el parlamento y de remover al grueso de la administración pública.

Si de evocaciones se trata existe la percepción que en Ankara  flota la nostalgia por el imperio Otomano, colapsado con la derrota de Turquía en la Primera Guerra Mundial. Entonces los turcos dieron un giro en 180 grados y optaron, bajo la conducción de  Mustafa Kemal Atatürk , por la modernización del Estado con un marcado acento laico. La elite política volvió su mirada a Occidente y relegó  sus raíces musulmanas.

Tras la Segunda Guerra Mundial,  la Guerra Fría dio a Turquía un papel protagónico como país de contención de la Unión Soviética en el seno de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Esta tarea fue facilitada por las dictaduras militares que gobernaron o ejercieron el poder tras el trono a lo largo de décadas.

Sin embargo, con la llegada de Erdogan al gobierno a comienzos de los 2000 se aprecia una creciente influencia del clericalismo islámico. Se trata, en todo caso, de una corriente religiosa moderada aunque con los rasgos característicos de opresión de las mujeres presentes en el Islam.  Es justo señalar que Erdogan pugnó  por logar la aceptación de su país como miembro pleno de la Unión Europea (UE). Los europeos, en especial Francia y en menor medida Alemania, no correspondieron a los anhelos turcos. Hoy el ingreso de Turquía a la UE aparece distante. Ello permite presumir que Ankara seguirá, con renovado ahínco, el proyecto neo otomano de convertir al país en una potencia que restaure algo de la grandeza pasada.

Con un mandato claro y el firme control del Estado Erdogan tratará de asegurar, en primer lugar, la unidad de Turquía.    Ello conlleva una mayor agresividad en la guerra contra el pueblo kurdo, situado en las regiones montañosas australes, que representa alrededor del 20 por ciento de los 80 millones de habitantes del país. Una guerra que solo es librada al interior del país sino que también en Siria donde los kurdos son combatidos por el ejército invasor turco. También en el norte Irak se registran enfrentamientos.

En lo que toca al Medio Oriente Ankara redoblará sus esfuerzos por proyectarse como el líder del mundo árabe sunita. Es algo que ha intentado confrontando a Israel con un vistoso respaldo a la causa palestina. Ankara ha buscado desplazar a Arabia Saudita e Irán como  referentes políticos. No es algo simple pues lo recuerdos del periodo  otomano  evocan sufrimientos.

Erdogan cuenta ahora con  cinco años de gobierno, con la posibilidad de reelección. Su protagonismo internacional buscará  posicionar a Turquía como una potencia de primera línea

Éxitos y fracasos de Obama

January 12, 2017 Comments off

Al concluir sus mandatos el Presidente Barack Obama deja la interrogante  sobre cuál es su legado. El primer afroamericano en llegar a la Casa Blanca con la consigna: “Si podemos”, entusiasmo a millones de sus compatriotas. Era la hora del cambio en una sociedad con un triste legado de opresión racial. Unos once millones de inmigrantes, que no cuentan con residencia  permanente y viven al margen del sistema, esperanzados aguadaron una prometida reforma migratoria que regularizaría su situación.

La paradoja es que en el campo social, que se suponía sería el fuerte de Obama, las cosas no marcharon como esperaba. No logró la ansiada reforma migratoria y los millones de latinos esperan temerosos la ofensiva de deportaciones anunciadas por Donald Trump que ha anticipado que, de entrada, expulsará a unos tres millones de personas. En el frente racial a lo largo de su gobierno se vivieron varios episodios de ciudadanos negros asesinados por policías. Algunos de estos incidentes motivaron violentos desórdenes callejeros. Obama no se cansó de insistir en la necesidad de reducir la tenencia de armas de fuego. Una de las razones por la que la policía, más allá de sus sesgos étnicos, es de gatillo fácil es por el temor a enfrentar sospechosos armados. El fracaso en este campo fue total pues hoy los estadounidenses acumulan más armas de fuego que al inicio de su gestión. Tampoco logró cerrar en forma definitiva el campo de detención de Guantánamo en que aún hay presos que no han sido juzgados. Lo que si logró fue reducir de manera sustantiva el despliegue de tropas estadounidenses en Irak y Afganistán.

El otro lado de la moneda y quizás el más inesperado es el notable éxito de su gestión económica. Obama heredó en pleno la crisis del “subprime” en 2008. La tasa de desempleo llegó hasta 7,8 por ciento en el 2010. Hoy al entregar el gobierno ha bajado a cinco por ciento. La inflación es baja y quien lo hubiese dicho cumplió con la promesa de reducir  en 60 por ciento la dependencia del petróleo importado. En contrapartida aumentó en casi 300 por ciento la producción de energía solar y eólica. Esto en línea con los acuerdos asumidos a nivel mundial para bajar las emisiones de CO2 causantes del calentamiento global.

La frustración de haber jugado todo su capital político a favor de Hillary Clinton para terminar con Trump, que es el total opuesto a sus planteamientos, debe ser enorme. Pero debe consolarle haber culminado la presidencia con una popularidad que muchos mandatarios envidiarían. Las últimas encuestas le otorgan un 57 por ciento de aprobación. Su imagen crecerá con el tiempo. Su condición de orador excepcional y estilo personal trascenderá a la coyuntura política. Como suele ocurrir en política mucho dependerá del contraste con su sucesor.  En este campo, a juzgar por las polémicas desatadas por Trump incluso antes asumir la presidencia, las cosas pintan bien para Obama. En todo caso en Estados Unidos no es posible repostular a la presidencia después de haber cumplido dos mandatos. Así a los 55 años se jubila para siempre de la política de primera línea.

Mosul : la madre de todas las batallas.

October 20, 2016 Comments off

 

En las primeras horas del domingo comenzó la esperada ofensiva para liberar a Mosul de manos de los yihadistas. La segunda ciudad de Irak, con una población original de dos millones de habitantes,  fue capturada por el Estado Islámico (EI) en junio de 2014. El ataque en curso podría auspiciar el fin de la dominación territorial del EI en Irak.

La lucha por Mosul involucra tanto a potencias locales como a otras más distantes.  Según su desenlace podría cambiar la configuración del mapa de la región. El control sobre  Mosul reverbera en Siria, Turquía, Irán, Jordania y sobre todo el mundo árabe.

En primer lugar está el brutal choque entre la facción de musulmanes chiítas, que gobiernan Irak,  y los sunitas que son mayoría en Mosul.  El EI, que pertenece a la corriente sunita,  ha declarado una guerra a muerte contra los chiítas. Sus ataques suicidas han detonado bombas en mezquitas y concurridos mercados. Es la continuación de la  guerra civil librada entre ambas denominaciones, 2006-2007, que dejó medio millón de muertos.  Se  calcula  además que por tres  muertes violentas hay que sumar otras dos a causa de desplazamientos forzados, colapso del sistema hospitalario, falta de agua y alimentos.

En la batalla de Mosul convergen tropas oficialistas que incluyen al ejército y milicias chiíes con vínculos con Irán. Son éstas últimas las que despiertan la mayor inquietud pues en el pasado han cometido atrocidades contra la población sunita. También participa un importante contingente de tropas de la minoría kurda. Estados Unidos está presente con un contingente de al menos 600 efectivos de fuerzas especiales y asesores. La planificación de la batalla  ha corrido por cuenta del Pentágono.

El EI capturó la ciudad con un par de miles de sus combatientes que  lograron batir a más 50 mil soldados del ejército iraquí que abandonaron sus armas para huir. Ahora unos 25 mil atacantes enfrentan a unos seis mil yihadistas atrincherados en una vasta superficie que aún mantiene una población estimada en 1,2 millones de personas. Se anticipa que el enfrentamiento provocará el éxodo de  700 mil civiles.

 

Las tropas oficialistas, junto a los kurdos,  tienen una abrumadora superioridad numérica y de poder de fuego. La táctica de los atacantes será lanzar ofensivas localizadas para obligar al EI a revelar sus posiciones. Entonces intervendrán los drones y las fuerzas aéreas de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña para aniquilar a los yihadistas. Se prevé que será un proceso lento y complejo para causar el menor daño a la población. Porque de ello depende, en última instancia, si Irak subsistirá como un país o derivara en una partición. Hay quienes anticipan que  surgirán tres nuevos estados. Uno chiíta que incluirá Bagdad y el sur del Irak actual. Otro sunita en el norte de Irak y parte de Siria y Jordania,  el tercero sería el Kurdistán que como mínimo abarcaría regiones de Irak y Siria. Lo que parece seguro es que se evapora el sueño yihadista de fundar un califato.

 

Lobo solitario ataca en tren de alta velocidad.

August 28, 2015 Comments off

Un ataque terrorista tuvo lugar a bordo de un tren francés proveniente de Amsterdam. El notable heroísmo de algunos pasajeros, entre los que destacaron soldados estadounidenses de franco, impidió una masacre. El viernes pasado el marroquí Ayoub El Khazzani abrió fuego contra los pasajeros antes de ser desarmado. No hubo muertes y solo tres heridos. Cada incidente, sin embargo, deja cicatrices.

Una primera consecuencia es el debate sobre cómo deben proceder los servicios de inteligencia y la policía. El atacante ya figuraba en los ficheros de seguridad como un peligro potencial. En la actualidad hay unos seis mil europeos que están bajo vigilancia por su militancia o conexiones con organizaciones yihadistas. Estas personas son libres de viajar sin controles en 26 países de la Unión Europa que integran el acuerdo de Schengen. Como es prácticamente imposible el seguimiento de la gran mayoría varios países, entre ellos Francia, ejercen una vigilancia digital de los sospechosos. Sus teléfonos móviles son intervenidos para monitorear desplazamiento y conversaciones.

Un segundo debate es sobre la seguridad a bordo de los trenes. ¿Debe permitirse el despacho de paquetes o valijas no acompañadas? Algo que está prohibido en los aviones. Los viajeros frecuentes habrán experimentado atrasos en los vuelos debido a maletas cuyos dueños no aparecen a la hora del despegue. La línea aérea tiene la obligación de desembarcar el equipaje que se torna sospechoso. Cada pasajero debe pasar por detectores de metales además de otras verificaciones. Aplicar semejantes medidas a los cinco millones de viajeros que cada día aborda un tren Francia es impracticable. Lo que si se considera es ejecutar controles aleatorios. Esto es algo que ya ocurre en las calles y metros bajo el programa de seguridad Vigipirate. Estos controles preventivos tienen mucho de perfilamiento étnico y basta una piel morena y cabello rizado para que aumente exponencialmente la posibilidad que le exijan la documentación. Es una causa de malestar de muchos franceses descendientes de africanos que, con razón, sienten que son discriminados por ser tratados como sospechosos por sus rasgos físicos.

En el ataque al tren como muchos que los ocurridos en España, Gran Bretaña y otros países los atacantes eligen blancos de nulo valor político o militar. Su meta es que los europeos sufran algo de lo que ellos viven en sus países. Lo anticipó Osama bin Laden: “Juro a Alá que los estadounidenses jamás volverán a sentirse seguros, a menos que nosotros nos sintamos seguros y a salvo en nuestra tierra”.  El dilema para toda sociedad democrática es enfrentar con máxima efectividad la amenaza y restringir al mínimo las libertades públicas y el derecho de las personas a la privacidad.

.

Los lobos solitarios

Los ciudadanos que adhieren a una visión fanática del islam, sin vínculos con una organización yihadista, son los más peligrosos. Los que han luchado en Siria o Irak están identificados. Pero estos individuos anónimos que los servicios de inteligencia llaman los “lobos solitarios” son indetectables. Muchas veces sus propias familias ignoran la devoción religiosa que los lleva a matar e inmolarse. Se estima que en Europa el universo de simpatizantes o ayudistas del yihadismo alcanza a unas 15 mil personas. Algunas de ellas podrían cruzar la línea del apoyo pasivo y entrar en acción en cierto momento. Todo dependerá del grado de radicalización de cada cual.

La misoginia yihadista

June 11, 2015 Comments off

Mujeres y  niñas secuestradas por el Estado Islámico (EI), en Siria e Irak, son vendidas como esclavas en mercados. Así lo denuncia Zainab Bangura, responsable de Naciones Unidas para investigar la violencia sexual. En su opinión  lo que ocurre en ambos países “es una guerra que se libra en los cuerpos de la mujeres”. Bangura relató la suerte de  un centenar de muchachas yazidis, una minoría religiosa,  que “fueron llevadas a una pequeña casa donde fueron desnudadas y lavadas”. Luego fueron exhibidas frente a un grupo de hombres que decidían sobre cual era valor de la mujer que deseaban adquirir como esclava. Bangura narra el caso de una chica de 15 años que fue seleccionada por un hombre cincuentón, un jeque como se hacen llamar los comandantes.  Otras son ofrecidas en matrimonio a voluntarios extranjeros que ingresan al EI. “Así atraen a los  jóvenes varones: tenemos mujeres para ustedes, vírgenes con las que pueden casarse” señaló la diplomática

Si alguien alguna vez mereció el calificativo de fundamentalista, en un sentido literal, es el mulá Mohamed Omar, el líder espiritual talibán que vive en la clandestinidad,  quien declaró que su meta era: “Recrear los tiempos del profeta (…) Queremos vivir la vida como la vivió el profeta hace 1400 años”. La plana mayor del EI comparte esta visión: así, por ejemplo, Abu Muhammad al-Adnani,  el vocero del EI, llamó a los musulmanes en los países occidentales a “romper con piedras los cráneos de los infieles…a envenenarlos, a destruir sus cultivos” todas alusiones a métodos señalados en los antiguos textos coránicos. Pero no excluyó técnicas contemporáneas como “atropellarlos con un vehículo”. Para que no quedaran dudas sobre las intenciones dijo: “Nosotros conquistaremos vuestra Roma, romperemos vuestras cruces y haremos esclavas a vuestras mujeres…Venderemos  a vuestros hijos  en el mercado de esclavos”.  Las denuncias  muestran que no era un discurso retórico.

Es una costumbre tan criminal como antigua el que los vencedores consideren a las mujeres como parte del botín de guerra.  Pero en el caso de los yihadistas la misoginia es total como lo  expresa el mulá Omar: “Por su naturaleza la mujer es un ser débil y vulnerable a la tentación (…) Una mujer que deja su casa para ir a trabajar, en forma inevitable tomará contacto con hombres extraños. Y, como lo muestra la experiencia en los países occidentales, éste es el primer paso hacia la prostitución”. Es una paradoja que quienes pontifican a favor de la pureza femenina incurran en violaciones, la esclavitud sexual  y otros comportamientos  aberrantes.

Agresiones contra las mujeres.

Aunque parezca increíble, la violación y el abuso contra las mujeres no estaban tipificados como un crimen de guerra. Durante mucho tiempo la vejación sexual era catalogada como un crimen contra la propiedad (del marido). Recién el año 2006 la Corte Penal Internacional (CPI) incorporó los crímenes sexuales como crímenes de guerra. La jurisprudencia internacional define la violación como: “Una invasión física de naturaleza sexual, cometida contra una persona bajo circunstancias coercitivas. La violencia sexual no se limita a la invasión física de un cuerpo humano y puede incluir actos que no impliquen la penetración o contacto físico”.

Batalla decisiva en Irak

May 21, 2015 Comments off

La narrativa de Washington y Bagdad apuntaba en una dirección: la contraofensiva contra el Estado Islámico (IS) avanzaba a paso firme. Pero los yihadistas, que han ganado una triste reputación por  degüellos y ejecuciones masivas, dieron la gran sorpresa. Aprovecharon una tormenta de arena para capturar Ramadi una de las mayores ciudades iraquíes. La polvareda les dio cobertura de los permanentes  bombardeos estadounidenses. Así el IS se acercó a meros 115 kilómetros de la capital.

Tan importante como la captura de la ciudad es la potente señal de incapacidad tanto de Estados Unidos como del gobierno iraquí. Los fabricantes de aviones de  última generación subrayan que sus máquinas operan en toda condición climática. No fue el caso pues la tormenta de arena ocultó a los atacantes. El ejército iraquí una vez más experimentó un colapso logístico. Las tropas que defendían Ramadi, entre las que destacaba su División Dorada considerada la mejor,  agotaron sus municiones y los que pudieron huyeron de desbanda. La batalla dejó 500 muertos entre uniformados y civiles. La inevitable interrogante es cómo es posible que los insurgentes fundamentalistas estén bien aperados. En cambio las tropas oficialistas, que cuentan con enormes recursos terrestres y aéreos facilitados por el Pentágono, carecen de los medios para luchar. La explicación está en un modelo errado de gestión militar en el cual la logística queda en manos de contratistas. A lo anterior se suma  una corrupción de dimensiones faraónicas.

Los voceros militares norteamericanos buscan bajar el perfil del desastre. Su magnitud puede aquilatarse por la reunión de urgencia del Presidente Barack Obama sus asesores de seguridad para analizar el revés. La estrategia de reconstruir al ejército iraquí y respaldarlo con apoyo aéreo  no dio los frutos esperados. Algunos analistas consideran que la caída de Ramadi es la peor derrota sufrida en lo que va de la guerra contra el EI. En este caso, a diferencia de lo ocurrido en Mosul, la ofensiva yihadista era  esperada y no fue repelida.

El impacto de la derrota ante el EI en una de las batallas decisivas reverberará en todo el Medio Oriente. Tanto Arabia Saudita como Jordania temen que efectivos del EI lleguen a sus fronteras. El reforzado prestigio de los yihadistas incrementará su reclutamiento a nivel internacional Se estima que unos 20 mil islamistas han viajado a Siria para incorporarse a sus filas.  Ello augura nuevos derramamientos de sangre.

Sunitas versus chiítas .

Haider al Abadi, el  Primer Ministro iraquí, ha movilizado a las milicias chies para enfrentar al EI. Con ello arriesga profundizar las grietas que dividen a sunitas y chiítas iraquíes. Ambas denominaciones libraron una guerra civil en 2006-2007 que dejó medio millón de muertos.  Se  calcula  además que por tres  muertes violentas hay que sumar otras dos a causa de desplazamientos forzados, colapso del sistema hospitalario, falta de agua, nutrición y deterioro de las condiciones de vida. Los chiítas aprovecharon su ejercicio del gobierno para operar escuadrones de la muerte desde el ministerio del Interior. Los sunís se aglutinaron tras Al Qaeda. Que más tarde dio origen al así llamado  Estado Islámico. En la reciente batalla en Tikrit las milicias chies derrotaron al EI y luego saquearon la ciudad habitada por sunís. En Irak es cada vez más frecuente el clamor por una partición del país.