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Una ruta peligrosa para los inmigrantes.

December 9, 2021 Comments off
T Diciembre 2021

Mohamed Isa Omar fue rescatado de las aguas del Canal de la Mancha. Formaba parte de una partida de 29 inmigrantes que intentaban cruzar desde Francia a Inglaterra. Solo Mohamed y otro joven sobrevivieron cuando la precaria embarcación inflable zozobró el 24 de noviembre.  “Ví   a gente morir justo frente a mí… aquellos de nosotros que no sabían nadar se ahogaron y murieron en pocos minutos…el agua era tan fría… tan fría” narró Mohamed. Era una tragedia esperando ocurrir.  En lo que va corrido de 2021 han arribado más 26.500 inmigrantes aventurándose a cruzar el Canal, que es una de las rutas marítimas más transitadas del mundo. Es sorprendente que, en la oscuridad nocturna o en las frecuentes y espesas nieblas, algunos de los botes o balsas ligeras no resultara arrollada por los grandes cargueros que, cual caravana, navegan las 24 horas del día.

En Londres Priti Patel, la ministra del Interior (Home Office), no bien supo de la tragedia, reiteró su determinación de “destruir las bandas criminales” responsables de los cruces clandestinos. Su reacción reitera la narrativa de numerosas autoridades a lo largo del mundo que ponen la carreta delante de los bueyes. Sin suda hay bandas especializadas en el tráfico de personas. Pero ellas son las facilitadoras, no las causantes de los millones que anualmente abandonan sus hogares para buscar asilo en otros países o son forzados desplazarse a otras regiones.  Se estima que en 2019 unos 271 millones de personas, lo que equivale al 3,5 por ciento de la población mundial abandonó por una variedad de motivos económicos y políticos su tierra natal. Estudios realizados entre inmigrantes que cruzan el Canal muestran que la mayoría de las iniciativas son resultantes de la asociación de grupos familiares.  Ellos adquieren las embarcaciones inflables en tiendas deportivas y se lanzan a la navegación con el objetivo de pedir asilo en Inglaterra. En muchos casos se trata de intentos de reunificación de familiar. Entre los ahogados figuraba Maryam Nuri Mohamed Amin, una mujer kurda de 24 años del norte de Irak que luego de reiterados e infructuosos pedidos de visa en un consulado británico, aspiraba a reunirse con su prometido. Maryam llamó a su novio cuando observó que la balsa se desinflaba e intentaban achicar el agua que les hundía. Sus últimas palabras fueron de esperanza: lo tranquilizaba asegurándole que serían rescatados.

La ministra Patel, al igual que varios gobiernos en otras latitudes, buscó desacreditar las motivaciones de los inmigrantes que desembarcan en las costas del Reino Unido. Ello pese a que dos tercios de los que arribaron en pequeñas embarcaciones, entre enero del 2020 y mayo 2021, provienen de Irán, Irak, Sudán y Siria. Todos países en que existe amplia evidencia de persecución política y religiosa. La narrativa de Patel al igual que la de otros gobiernos, como el estadounidense, es culpar a “mafias” o “coyotes”. Frente a estas organizaciones delictuales, que manipulan a inocentes, las autoridades se yerguen para impedir que los embaucadores induzcan a los inmigrantes al cruce de fronteras despojándolos de sus haberes. Es, en realidad, un discurso que pretende tender una cortina de humo ante un hecho fundamental: muchos países niegan el derecho de asilo a quienes lo solicitan. Es la negación de rutas de acceso legales a los que requieren refugio la que contribuye al lucrativo comercio de los traficantes. Es el bloqueo impuesto por las propias autoridades la que estimula las trasgresiones fronterizas con los riesgos que ellas conllevan.  Al poner el acento en la ilegalidad de los ingresos, de los que claman por protección, sindicándolos como una amenaza eluden la obligación de garantizar un justificado asilo contra la opresión   así como una ruta ancestral para huir de la pobreza. 

La muerte acecha a los millones de migrantes que cada año cruzan fronteras. Algunos huyen de conflictos, otros buscan dejar atrás condiciones vida paupérrimas en busca de futuros mejores. Cada cierto tiempo la conciencia pública es sacudida por imágenes que golpean: la conmovedora foto de Aylan Kurdi  un niño sirio de tres años ahogado en una playa turca en 2015 recorrió el mundo. Naufragios, asesinatos, secuestros e incluso la esclavización son riegos que corren inmigrantes centroamericanos, norafricanos y asiáticos. Los motivos que impulsan a millones de individuos varían según cada región. En algunas como Centroamérica el cambio climático que además es la causa de huracanes más frecuentes y violentos ha bajado el rendimiento de las tierras. En el Medio Oriente los conflictos bélicos generan grandes oleadas humanas. Hay una causal, sin embargo, que está presente en todas las regiones y ella es el crecimiento demográfico, un fenómeno particularmente agudo en África

Migraciones al alza

Las previsiones apuntan a que las olas humanas aumentarán en forma exponencial, pudiendo alcanzar varios cientos de millones de personas que emigrarán tras mejores condiciones económicas o para dejar atrás desastres ambientales, en especial los causados por el calentamiento global, pandemias, conflictos sociales entre otras desgracias. Es lo que se denomina la dinámica push-pull. El empuje o push a salir de los países proviene de las condiciones desfavorables, como los desastres naturales, el desempleo, la corrupción y la violencia política. La atracción, o pull , a viajar a otros países proviene de la expectativa de conseguir mejores salarios y mayor bienestar al tener acceso a   sistemas de seguridad social.

En Estados Unidos la inmigración de latinoamericanos, con los mexicanos a la cabeza, constituye un asunto político candente. El tema fue situado al tope de su agenda por el Presidente Donald Trump y ganó especial notoriedad con la construcción de un formidable muro a lo largo de parte de la frontera mexicano estadounidense. Trump explotó las aprehensiones de un sector del electorado sureño frente a los cruces no autorizados de la frontera. Hacia el final de su gobierno la inmigración pasó a segundo plano en parte por el efecto del Covid-19 que dificultó los desplazamientos. Pero este año se han batido los niveles previos de migración a Estados Unidos: desde octubre de 2020 a septiembre de 2021 se registraron 1,7 millones de detenciones a lo largo de la frontera entre ambos países. Es un récor absoluto. La gran mayoría de los arrestos correspondió a mexicanos (608.000), seguidos de ciudadanos del Triángulo Norte de Centroamérica: 309.000 hondureños detenidos, 279.000 guatemaltecos y 96.000 salvadoreños. A ellos se suman otros 367.000 inmigrantes de varios países de la región, encabezados por Haití y Venezuela.

El 61 por ciento de estos migrantes fue expulsado en caliente merced al llamado Título 42, una medida de emergencia que Trump instauró en marzo de 2020, al inicio de la pandemia, que permite deportar en forma expedita a quienes arriban sin la documentación exigida, los demócratas han dejado vigente la disposición. Biden había prometido regularizar la situación de cerca de 11 millones de inmigrantes, muchos de los cuales han sido considerados trabajadores esenciales durante la pandemia.

Quédate en México.

Durante mucho tiempo se especuló que el efecto más explosivo de un freno radical a la inmigración latina no sería sobre Estados Unidos. El impacto reverberaría aun con más fuerza de México a Ecuador y en el Caribe. Para algunos países como Nicaragua, Haití, El Salvador y la República Dominicana, la mayor fuente de ingresos son las remesas de dinero que envían los familiares que trabajan en el país del norte.

Los inmigrantes de América Latina y el Caribe remitieron del orden de 100 mil millones dólares a sus familias en sus países de origen. Al inicio de las cuarentenas impuestas por el avance del Covid-19 el Banco Mundial anticipó una caída de hasta un 20 por ciento del dinero enviado a sus familiares por latinoamericanos residentes en Estados Unidos.  Pero tras una pequeña baja inicial las remesas, para sorpresa de muchos, el año pasado incluso subieron en todas las regiones del mundo con Latinoamérica y el Caribe a la cabeza con un alza de 6,5 por ciento. La parte del león corresponde a México con 38 mil millones de dólares. En México unos 11 millones de personas, reciben dinero enviado desde Estados Unidos. En promedio son despachadas siete remesas anuales de 340 dólares.

Apenas electo el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en julio de 2018, prometió un mejor trato a los migrantes que llegaban o estaban de paso por México la ruta ineludible hacia Estados Unidos.  En concreto habló de una política de “puertas y brazos abiertos” que garantizaba el libre tránsito para los migrantes que marchaban al norte además de un trato humanitario por parte de su gobierno. Trump reaccionó con agresividad ante las políticas permisivas de AMLO denunciando una “invasión de inmigrantes” y conminó al gobierno mexicano a “ordenar” los flujos. Finalmente, Trump jugó su carta favorita: a través de uno de sus consabidos tuits amenazó con fijar aranceles a una serie de productos mexicanos si continuaba el alto flujo de migrantes hacia Rio Grande. A poco andar México se comprometió a desplegar efectivos de la recién formada Guardia Nacional para asegurar la contención. Washington bajó el tono y desistió de aplicar aranceles. Las políticas represivas de las autoridades mexicanas incluyeron retenes carreteros y redadas a albergues. Numerosos defensores legales de los migrantes han sufrido acosos mediante vigilancia de sus locales. Quien transporte a un migrante indocumentado en su vehículo particular puede ser detenido bajo el cargo de “introducción de personas al territorio nacional sin la documentación correspondiente”. La hostilidad oficialista ha fomentado el rechazo contra los inmigrantes. En especial en las ciudades fronterizas que carecen de una infraestructura para albergar a los vulnerables y desposeídos inmigrantes, entre los que se cuentan numerosas mujeres y menores.

La ilusión que el Presidente Joe Biden crearía un sistema migratorio radicalmente distinto al  de Trump viene de ser postergado hasta nuevo aviso. Recién, a inicios de diciembre, la Casa Blanca informó que reactivará la aplicación del programa de control fronterizo “Quédate en México”, creado durante el gobierno de Trump y mediante el cual los solicitantes de asilo deben permanecer en México mientras el pedido de refugio es procesado por las autoridades migratorias estadounidenses.

Conocido formalmente como programa de Protocolos de Protección a Migrantes, esta política fue duramente cuestionada por organizaciones de derechos humanos debido a las condiciones precarias en las que los migrantes debían permanecer en México. Con frecuencia, los solicitantes esperaban meses en México y, en ocasiones, han sido víctimas de bandas criminales. Según la ONG Human Rights First se han reportado más de 1.500 casos de violaciones, secuestros y torturas en contra de estos inmigrantes que aguardaban ser admitidos en Estados Unidos.

Poco después de su llegada a la presidencia en enero, Biden puso fin a esta iniciativa a la que calificaba como “inhumana”, pero en agosto pasado una corte federal ordenó el restablecimiento de este programa, tras concluir que su cierre no fue realizado de la forma correcta. Entonces, la Casa Blanca informó que acataría la decisión judicial, pero que antes necesitaba contar con el visto bueno de México. Verónica Escobar, congresista demócrata por Texas, declaró que la medida “erosiona nuestros valores nacionales…y es una violación al derecho al asilo”.  

Este 2 de diciembre, la cancillería mexicana confirmó la reactivación del programa. Ello luego que la semana anterior el gobierno de AMLO presentó a Washington varias condiciones para dar este paso, incluyendo acelerar la aplicación de las iniciativas de cooperación para el desarrollo en el sur de México y en Centroamérica, así como establecer asesorías legales para los inmigrantes de suerte de facilitar el procesamiento de sus solicitudes.

Todo indica que tanto en América Latina como en el resto del mundo aumentarán los flujos migratorios. Así como los vientos soplan desde las zonas de las presiones a las bajas. Los humanos suelen desplazarse en búsqueda de mejores condiciones económicas o abandonar sus pagos a causa de desastres ambientales, epidemias, conflictos sociales, étnicos o entre naciones amén de  otras calamidades como las hambrunas.

Los submarinos que torpedearon Francia

September 28, 2021 Comments off

Raúl Sohr, octubre 2021

La fallida compra de una docena de submarinos por parte de Australia a Francia ha precipitado una crisis de proporciones mayores. Canberra había resuelto adquirir doce submarinos convencionales por un valor superior a los 30 mil millones de dólares, la mayor orden de compra de armas lograda por Francia en el rubro. Dicho sea de pasada, los sumergibles se suelen comprar por unidades y no por docenas. La adquisición de un amplio paquete fue calificada como la compra del siglo. En rigor, en cada siglo hay varias compras que compiten por el epíteto. Lo que no es tan común es que un contrato de semejante magnitud sea anulado tras años de minuciosas negociaciones, cuando ya se ultiman detalles menores.

Se ignora durante cuánto tiempo Australia (A), el Reino Unido (UK) y Estados Unidos (US) negociaron la creación de una nueva alianza militar, ahora conocida como Aukus. El objetivo declarado de Aukus es limitar el espacio de maniobra militar de China en el sudeste asiático. En el contexto del debate sobre los submarinos, en el parlamento británico, Theresa May le preguntó a su sucesor Boris Johnson si, dados los compromisos adquiridos con la firma de Aukus, el Reino Unido podría verse arrastrado en un futuro conflicto en el caso de “que China intentase invadir Taiwán”. En una respuesta característica, Johnson fue ambiguo y no excluyó nada.

 Uno de los primeros pasos operativos de la cooperación entre las tres naciones anglosajonas es dotar a Australia con una docena de submarinos a propulsión nuclear. Estos, en reemplazo de los desechados modelos convencionales Barracuda franceses. Los sumergibles, hasta donde se sabe, no contarán con armas nucleares. Solo se ha hecho mención de que Estados Unidos vendería misiles de largo alcance, pero que no portarían cargas atómicas para ser disparadas desde los sumergibles.

Las grandes compras de armamento no solo involucran abultados montos de dinero. También suelen ser una clave para el desarrollo de industrias como la aeronáutica y la naval. Pero, por encima de todo, son la expresión tangible de alianzas político-estratégicas. Es por ello que el reemplazo de los sumergibles, más allá de los factores financieros, es un golpe que sacude a Francia, al punto de que su ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, se refirió al hecho como una “puñalada por la espalda”. Además, acusó a los tres países de Aukus de “duplicidad, incumplimiento y desacato”. Apuntó en especial a los australianos por mentir. Ello, porque pocos días antes de la anulación París fue informado por Canberra de su satisfacción con el avance de las negociaciones. Le Drian dijo que Francia supo de la anulación del contrato apenas una hora antes de una conferencia de prensa de Scott Morrison, el Primer Ministro australiano. Los servicios de inteligencia franceses tampoco captaron señal alguna de lo que se avecinaba.

 Ya es duro perder un contrato arduamente negociado en la competitiva industria de submarinos. Pero ser desplazados por aliados estrechos por la vía de negociaciones ultrasecretas para sufrir una derrota que no es solo comercial, sino que también representa un revés estratégico, marca un punto de inflexión. París descubrió de golpe cuán disminuida era su gravitación internacional. La compra de todo gran sistema de armamentos implica una suerte de alianza entre las partes. Canberra, que experimenta una serie de fricciones comerciales y diplomáticas con China, no solo opta por submarinos más poderosos. Para confrontar las presiones crecientes de Beijing, el gobierno australiano ha preferido estrechar lazos y buscar la protección de Washington y Londres. 

Para Francia, la pérdida de la venta de los submarinos es mucho más que un revés económico. Representa el fracaso de una estrategia política. Pese a los persistentes esfuerzos del presidente galo Emmanuel Macron por aproximarse a Estados Unidos, incluso con la ambición de competir con Gran Bretaña como socio europeo favorito, a la hora de la verdad los lazos anglosajones prevalecieron. La realidad es que Francia es una potencia mediana que mal puede alterar el balance de fuerzas en la pugna entre China y Estados Unidos, que define los tiempos actuales. Para muestra un botón: cada cuatro años, China construye tantos buques como todos los que cuenta el conjunto de la flota francesa. Una lectura al oficioso periódico chino Global Times da cuenta de la velocidad y amplitud del avance del arsenal de la nación asiática. Miradas las cosas desde esta perspectiva, Canberra no quiso tomar riesgos. Como lo aconseja el estratega prusiano Karl von Klausewitz: “En asuntos tan peligrosos como la guerra, las ideas falsas inspiradas en el sentimentalismo son precisamente las peores”. Las simpatías y afinidades no tienen cabida en el frío cálculo de las correlaciones de fuerzas. A la hora de tomar decisiones críticas sobre su seguridad, las naciones suelen optar por no tomar riesgos.

Francia, al igual que Gran Bretaña, no está en condiciones de dictar su voluntad al resto del mundo. Otro gallo cantaría si la Unión Europea se hubiese dotado de una fuerza militar articulada con una capacidad efectiva de despliegue. En definitiva, en el viejo continente han primado los intereses nacionales antes que los comunes.

La OTAN en la UTI

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) nació en 1949 para confrontar a su opositor Pacto de Varsovia, liderado por la Unión Soviética. La alianza occidental siempre dependió de los aportes irregulares en personal y recursos de cada uno de sus países miembros (hoy, treinta). Pero ella no habría sobrevivido sin la permanente inyección de recursos por parte de Estados Unidos, algo que el presidente Donald Trump se encargó de denunciar con frecuencia. Incluso el propio Macron hace un par de años proclamó que la OTAN padecía de “muerte cerebral”, aludiendo a la incoherencia de ciertas decisiones y falta de claridad en cuanto a sus objetivos. Los europeos no disponen, por ejemplo, de la capacidad logística para librar una guerra regular de mediana intensidad fuera de su continente. Gran Bretaña operó al límite de sus posibilidades en la guerra de las Malvinas en 1982, que, si bien fue distante, fue regular, breve y acotada.

Washington ha anunciado desde hace más de una década un cambio de pivote, la palabra utilizada para señalar su viraje de interés estratégico desde Europa y Rusia hacia el oriente. Específicamente hacia China, que es percibida como la mayor amenaza a su hegemonía. En ese contexto de proyección global, la OTAN es un instrumento de poca utilidad, decreciente, además de poco confiable. Alemania, y varios otros países europeos, dependen en alto grado del comercio con China y serían refractarios a tomar medidas que afecten sus relaciones económicas con Beijing. Esta percepción y el reforzamiento del cerco a China gravitaron en la decisión estadounidense de conformar Aukus en detrimento de Francia, uno de los miembros claves de la OTAN.

París queda confrontado ahora con el dilema de reorientar su política de alianzas. Una ruta posible sería abandonar la OTAN e invertir sus esfuerzos en ganar el liderazgo de una defensa europea autónoma, capaz de velar por los intereses del viejo continente. A fin de cuentas, el general Charles de Gaulle retiró a Francia de esta en 1966 y el país no se reincorporó en plenitud hasta el 2009.

Desde la desaparición de URSS y el Pacto de Varsovia, la OTAN perdió su razón original de ser. En sus últimas intervenciones bélicas “fuera de área”, que en la jerga de esa organización es una manera de decir “lejos del Atlántico Norte”, los países miembros de la OTAN respaldaron a Estados Unidos en Afganistán e Irak. Fue, hasta cierto punto, un acto de solidaridad política con Washington, siendo fieles al principio de la alianza que proclama que el ataque contra uno de sus países es un ataque contra todos ellos. Esto, pese a que para Francia era claro que Bagdad no tenía responsabilidad alguna en los ataques contra las Torres Gemelas. En estos últimos conflictos ya no estaba presente la sensación de una amenaza colectiva, como era el caso durante la Guerra Fría. De hecho, existían fuertes debates sobre las causas y legitimidad de ambas guerras iniciadas por Estados Unidos invocando los atentados del 11 de septiembre del 2001. El alto costo de ambas larguísimas y onerosas aventuras bélicas ha enfriado el entusiasmo europeo por acompañar a Washington en futuras operaciones. Además, por lo visto, tampoco les ganó mayor gratitud por parte de la Casa Blanca.

La proliferación nuclear

Las potencias que disponen de armas nucleares señalan que los submarinos nucleares no deben ser considerados como armas, pues solo son plataformas. Es un argumento de conveniencia que no resiste el menor análisis. Es como decir que una pistola no es un arma, pues lo que mata es la bala. Lo mismo es divorciar los aviones, inocentes plataformas, de las bombas que sí son mortíferas. La incongruencia de Washington y Londres, arduos abogados de la no proliferación de armas atómicas por parte de otros países, es mayúscula.

América Latina ha sido inconsecuente en esta materia. La región cuenta con el Tratado de Tlatelolco, que prohíbe la tenencia y tránsito de armas nucleares. Pese a ello, es frecuente la visita de submarinos a propulsión nuclear. Sus operadores han logrado imponer la tesis de que las plataformas portadoras no son armas. Es más que seguro que muchas de estas naves además llevan armas atómicas consigo. Pero nadie puede subir a bordo para verificar si es así.

En ese sentido, es ejemplar la posición adoptada por Nueva Zelanda que, desde 1980, tiene una política de mantener sus mares y cielos como zonas libres de armas nucleares. Esto significa que los submarinos nucleares australianos no podrán ingresar a las aguas territoriales neozelandesas. La Primera Ministra, Jacinda Ardern, declaró, no bien se supo de la decisión australiana: “Nuestra posición en relación a la prohibición de navíos a propulsión nuclear en nuestras aguas permanece inalterable”. Un mensaje inequívoco: los nuevos submarinos no podrán ingresar al mar que rodea al más estrecho aliado de Canberra. Latinoamérica debiera seguir el ejemplo de la integridad neozelandesa. Por su parte, Nanaia Mahuta, la ministra de Relaciones Exteriores, enfatizó que su país mantendrá una política independiente en la región. Nadie menciona a China, pero ese es el destinatario de las declaraciones que buscan desmarcarse de Aukus que, por lo que se sabe, no le extendió una invitación a Nueva Zelanda a participar.

 En lo que toca a China, existe nerviosismo en Occidente. Beijing ha denunciado Aukus como una maniobra en su contra. Pero nadie supone que todo quedará en meras declaraciones y que China no buscará contrarrestar la medida. El país más expuesto en este campo es Australia, pues China es el principal receptor de muchas de sus exportaciones. Como en el ajedrez, ciertas movidas alteran el conjunto del tablero. El nuevo eje Washington, Londres, Canberra es una de esas alteraciones que repercuten en buena parte del mundo.

Gran Bretaña encalla frente al Brexit.

November 15, 2018 Comments off

 

Los británicos están enfrentados a su peor enemigo: ellos mismos. El propósito de abandonar la Unión Europea (UE)  divide en forma brutal al Reino Unido. La decisión de romper lazos con la asociación de 27 países fue adoptada en el referendo de junio del 2016. El margen entre los partidarios del Brexit y los que querían mantenerse en la UE fue estrecho: 52  por ciento a favor de la salida  y 48 por ciento por quedarse. El grueso de los  voto por el abandono  correspondió a los ingleses contrarios al proceso de globalización y con menores niveles de estudios. Los escoceses y  los norirlandeses, en cambio,  votaron  por pertenecer a la UE.

Los británicos siempre han mirado con cierto recelo a los europeos, a los que denominan continentales. En el siglo XIX lucharon y derrotaron a la Francia de Napoleón. En el siglo XX hicieron otro tanto en dos guerras mundiales contra Alemania y sus aliados. Pare evitar nuevos choques sangrientos tras la última conflagración  Francia y Alemania lideraron el proceso que culminó en la UE. Londres observó este desarrollo  desde la distancia y solo se unió tras agrios debates en 1973. Ya de entrada hubo considerable resistencia por parte de quienes consideraban que el país renunciaba a su plena libertad acción. Ello, sin duda, era cierto pues el ingreso a una institución con normas obliga a acatarlas. En el caso británico gravitaban además los compromisos con sus ex colonias que conforman la Mancomunidad de Naciones (la Commonwealth). Por otra parte Gran Bretaña se ve a sí misma como una nación Atlántica, equidistante políticamente entre Europa y Estados Unidos. Con frecuencia ha primado la “relación especial” que une a Londres con más fuerza a Washington que a alguna capital europea.

Es llamativo que Londres bajo la conservadora Margaret Thatcher y en Washington con  el republicano Ronald Reagan, en la década de los 80 fueron los grandes impulsores del auge del neoliberalismo. Ambos iniciaron la gran cruzada por las desregulaciones, el libre comercio y la reducción del Estado. Hoy Estados Unidos, bajo Trump, opta por el proteccionismo encapsulado en la consigna de “América primero”.  El Brexit es su equivalente en términos de un nacionalismo nostálgico de días de gloria pasados.

Un rasgo  sobresaliente de los británicos, a lo largo de su historia, ha sido la  claridad de propósitos en cuanto a su interés nacional. Para bien o para mal han tenido una mirada certera sobre las amenazas y como enfrentarlas. Hoy los británicos coinciden en que no recuerdan semejante división política.  El país carece de liderazgo pero no porque falten líderes. Es la fractura de la sociedad, que se reproduce en los partidos políticos y el Parlamento. Ello ha llevado a una virtual parálisis. Los empresarios, ambos lados del Canal de la Mancha,  claman por claridad sobre el futuro paras decidir sus próximos pasos. Ha pasado casi un año y medio desde el referendo que dio luz verde al Brexit y aún predomina la confusión y la incertidumbre. Está por verse si el gobierno de la Primera Ministra Theresa May sobrevivirá a la última ronda de negociaciones con la UE. La moneda está en el aire.

Francia: la hora de las urnas.

May 4, 2017 Comments off

Los franceses optarán entre dos polos antagónicos. Uno encabezado por Emmanuel Macron el centrista que postula una política económica liberal, reformas para modernizar el Estado, léase una drástica reducción de la administración pública y sus servicios, así como mayor integración a la Unión Europea (UE).  Macron, que fue ministro del actual gobierno socialista de François Hollande afirma que no es de izquierda ni de derecha. Se proclama a favor de las buenas ideas vengan de donde vengan. El otro polo es liderado por  Marine Le Pen, la candidata del neo fascista Frente Nacional, que centra su campaña en el cierre de las fronteras francesas a nuevos inmigrantes y expulsar a cuántos de ellos le sea posible. Su eslogan es reconocible: Francia para los franceses. Eso significa, entre otras cosas, que es contraria a la pertenencia a la  UE y aboga por dejar el euro para volver al antiguo franco. Le Pen se proclama enemiga de la globalización  y la defensora de la vieja clase obrera industrial. En este ámbito ha tenido éxito pues aparece con la mayor intención voto en dicho segmento.

En la primera vuelta electoral, realizada el 23 de abril,  quedaron fuera François Fillon, conservador tradicional con 20 por ciento, Jean-Luc Mélenchon que atrajo el grueso de los votos izquierdistas con 19,6, y  Benoît Hamon, socialista que apenas consiguió un 6,4 por ciento. La participación electoral fue altísima con 78 por ciento de los inscritos. Ahora todos los votantes de estos tres candidatos deben repensar sus preferencias. Las encuestas a días la votación muestra a Macron como el amplio favorito con 59 por ciento por ciento frente a Le Pen con 41 por ciento. La candidatura de Macron salió reforzada luego del duro debate televisado que sostuvieron este miércoles.

Una victoria de Macron representaría una derrota para la extrema derecha. En Austria Norbert Hofer, candidato del fascistode Partido de la Libertad  casi  se impuso con  49,7 por ciento de los votos en las  últimas elecciones. Las corrientes anti inmigratorias hubiesen vencido si no fuese porque el conjunto del espectro político cerró filas tras Alexander van der Bellen, el candidato verde. En Holanda, donde se esperaba una alta votación  del ultraderechista Geert Wilders,  los vaticinios fallaron pues apenas logró un 13,1 por ciento de las preferencias. Así la amenazante ola del nacionalismo xenófobo ha sufrido una cadena de reveses y el domingo podría recibir un claro rechazo.  En Francia, a diferencia de lo ocurrido con las encuestas en Estados Unidos con Donald Trump y con el Brexit,  los sondeos de opinión pública coincidieron de manera precisa con los resultados de la primera vuelta.

Macron obtuvo 24 por ciento de los votos en el primer round. Si se cumplen los pronósticos rondará el 60 por ciento este domingo. El grueso de sus votantes serán franceses que lo consideran   el mal menor para  conjurar la amenaza del nacionalismo retrogrado de Le Pen. Así Francia podrá continuar su rol central en la construcción de un viejo continente unificado.

El Trump holandés

February 9, 2017 Comments off

En Holanda se anuncia una victoria electoral del nacionalismo ultraderechista.  Geert Wilders, motejado por la prensa como el Donald Trump holandés,  podría obtener la primera  mayoría en las elecciones del 15 de marzo. Así como Trump las ha emprendido contra los mexicanos Wilders lo hace contra los inmigrantes marroquíes. Las encuestas señalan que el Partido de la Libertad podría alcanzar el 31 por ciento de los votos y lograr 36 de 150 escaños parlamentarios.

Wilders ha ganado popularidad con la promesa de imponer estrictos controles fronterizos para frenar la inmigración, cerrar mezquitas e iniciar un proceso de deportaciones de inmigrantes que rechazan los valores nacionales o cometen delitos. Por estos valores alude a la condición cristiana del país y su carácter blanco  dominante. El año pasado Wilders fue condenado por la justicia bajo el cargo de discriminación. Ello por sugerir que expulsaría a los marroquíes del país. La condena no hizo más que incrementar la simparía pública por su postura.

Los holandeses tienen reputación de ser un pueblo tolerante. En ese sentido Wilders, a diferencia de Trump, se erige como un defensor de valores liberales. Ello frente a lo que estima es la amenaza del Islam expresada en la ley islámica conocida como la sharia .  Denuncia que ella oprime a  las mujeres y castiga la homosexualidad.   También defiende la legalización de ciertas drogas.

Uno de los puntos con menos respaldo de su plataforma es la propuesta de retirar a Holanda de la Unión Europea (UE). El país fue uno los seis estados fundadores de la UE en 1993. El Brexit, la salida de Gran Bretaña de la UE, ha sido una inyección a la vena para quienes creen que el país perdió derechos soberanos frente a Bruselas, la sede la UE, pero en realidad piensan en el poderío de Alemania. Como en otros países europeos las empresas requerían mano de obra en los años 60 y 70 y atrajeron inmigrantes principalmente de Marruecos y Turquía. En la actualidad alrededor de diez por ciento de la población es de origen  o descendiente de inmigrantes.

Aún si Wilders obtiene buenos resultados el mes entrante es improbable que pueda conformar un gobierno en el fragmentado espectro político del país. Cerca de una treintena de partidos compiten y ello los obliga a pactar en un sistema de alianzas. Todos los grandes partidos advierten que no están dispuestos a gobernar con la extrema derecha xenófoba. Pero tras el Brexit y la victoria de Trump nada queda descartado. En todo caso el auge de una sólida votación de Wilders apoyaría al facistoide y antieuropeo Frente Nacional francés encabezado por Marine Le Pen. En mayo Francia tendrá la segunda vuelta electoral para elegir al próximo gobierno galo. Si ganase Le Pen, que ha prometido abandonar la UE, la Unión quedaría en una situación de extrema precariedad. Durante mucho tiempo han primado los criterios económicos para gobernar los países. Pero está visto que la última palabra proviene de la política. Esto a través de la voz de la ciudadanía expresada en las urnas.

 

 

 

 

La era Trump

January 19, 2017 Comments off

El mundo observa atónito lo que muchos creyeron imposible. Expertos vaticinaron que Donald Trump jamás sería el candidato del Partido Republicano. Luego anticiparon que Hillary Clinton lo derrotaría. En cuanto a su estilo agresivo y errático se pronosticó que era una  postura electoral pasajera y que evolucionaría si llegase a  ganar. No fue así. En su condición de presidente electo sus tuiteos mantienen la misma irreverencia e imprevisibilidad. Ha aplaudido el Brexit, la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea y adelantó que desea que otros países sigan su ejemplo. Así ataca de lleno a los gobiernos de Alemania y Francia, entre otros. Cuestiona a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la alianza entre Estados Unidos y Europa que  ha sido el pilar de la hegemonía militar occidental. Amenaza a China con una guerra comercial y con impedirle el  acceso a ciertos islotes en el Pacífico Sur ocupados por Beijing. Ni hablar de México, América Latina y el Caribe  han sido advertidos que millones de personas serán deportadas. Además insiste en construir un muro en la frontera mexicana para frenar el flujo   inmigratorio. El cuadro es confuso y por lo mismo cargado de una ominosa incertidumbre.

El mayor enigma es que ocurre en las relaciones con Rusia. Trump cree en el poder duro, militar y económico, y está dispuesto a emplearlo. En el ámbito castrense solo Moscú es  capaz de amedrentar a Washington. En consecuencia un entendimiento estratégico con Rusia despejaría al mayor adversario del escenario mundial. Mejor aún sería la cooperación entre los dos países para combatir a enemigos comunes. Trump ha señalado que el yihadismo y el Estado Islámico en particular  es la mayor amenaza internacional para Estados Unidos. Rusia también ve a los yihadistas como un reto a su seguridad interior. Nada mejor que un enemigo común para sellar un acuerdo entre los tradicionales adversarios que durante la Segunda Guerra Mundial fueron aliados contra el nazismo.

Los servicios de  inteligencia estadounidenses, con la CIA a la cabeza, tienen sus propias teorías sobre la afinidad entre Vladimir Putin y  Trump pues insinúan que éste se habría beneficiado de operaciones de influencia rusas. Ello por los ciberataques a  los computadores del Partido Demócrata de Hillary Clinton. Las revelaciones  fueron filtradas a WikiLeaks  y  contribuyeron a su derrota. Además fue divulgado un memorando que alerta sobre videos en que Trump compartiría el lecho con prostitutas rusas. Hecho que lo pone en una situación de vulnerabilidad en la puede ser chantajeado con facilidad. Putin negó toda veracidad a las versiones y dijo que si bien las prostitutas rusas eran las mejores del mundo a Trump, organizador de concursos de belleza mundial,  no le faltaban mujeres hermosas.

Barack Obama deja la Casa Blanca por la puerta ancha con un sólido 57 por ciento de aceptación según las encuestas. Trump ingresa con el nivel más bajo de popularidad jamás registrado para un Presidente entrante: un mero 40 por ciento. Ello habla de un período de gracia  breve y un estrecho margen de maniobra.

 

Terrorismo y locura.

July 28, 2016 Comments off

Una sucesión de atentados ha sacudido a Bélgica Francia y Alemania. ¿Hay algo en común en estos ataques? Si lo hay, fueron perpetrados por individuos que tenían prontuarios policiales y varios además padecían de trastornos mentales. Estos rasgos, que no son categorías excluyentes, son comunes en ciertos sectores de la población. Jóvenes que han padecido privaciones y viven marginados son más proclives a cometer delitos. Entre los refugiados provenientes de Siria e Irak abundan los problemas psicológicos. Muchas personas están dañadas por la violencia, la pérdida de seres queridos, situaciones de miedo extremo además de los daños físicos sufridos. La parte más vulnerable de los humanos es el cerebro. Allí quedan alojadas heridas invisibles que pueden perdurar por el resto de la vida. Es en este ámbito donde las organizaciones yihadistas, con el Estado Islámico a la cabeza, lanzan sus redes de reclutamiento para conseguir sus “soldados suicidas”.

Los servicios de inteligencia europeos han tratado de elaborar el perfil del terrorista islámico. Pero tras años de esfuerzos numerosos expertos han concluido que no existe el “terrorista típico”. Es imposible distinguir la depresión que padecen cientos de miles de la de aquellos proclives al martirio terrorista. La gama de personas que, por razones diversas, confluyen en organizaciones dogmáticas que emplean tácticas terroristas de combate es muy variada. Los hay con muy distintas personalidades: extrovertidos, exitosos y populares entre sus pares. Así como están los que presentan las características opuestas. En otras palabras no se han detectado “desórdenes de carácter siquiátricos” particulares en las personas observadas. Algunos estudios en Alemania han establecido, sin embargo, que ciertos factores sociales gravitan entre los hijos de inmigrantes de países islámicos. O quizás sería más exacto decir que estos jóvenes, al igual que el resto de su grupo etario, pueden mostrar aburrimiento, un grado de beligerancia y cierto narcisismo. Los mismos sentimientos se aprecian entre jóvenes nacidos en especial en la ex República Democrática Alemana. Allí algunos canalizan su malestar a través organizaciones neo nazis. En todo caso entre los jóvenes musulmanes, muy pocos en relación al conjunto de la comunidad, buscan respuesta a sus inquietudes en el Islam.

En Estados Unidos John Horgan, director del Centro de Estudios sobre el Terrorismo y la Seguridad de la Universidad de Massachusetts Lowell, señala que ha estudiado “por cuatro décadas quienes llegan a ser terroristas y por qué” y no ha logrado establecer un perfil. Baste con señalar que los dos últimos casos de ataques, con resultado de muerte,  contra  policías fueron ejecutados por  afroamericanos que sirvieron en las fuerzas armadas estadounidenses.

La racha del terror

En el último mes un tunecino en Niza embistió un camión contra una masa de personas que celebraban el  14 de julio, día  de La Bastilla que conmemora el derrumbe del viejo régimen monárquico galo. Cuatro días más tarde, en Alemania,  un joven afgano hirió con un hacha a cinco pasajeros a bordo  de un tren.  El 22 de julio en Múnich un germano iraní dio muerte a nueve personas. En este caso no hubo conexión con el yihadismo. El 24 de julio un asilado sirio  en Reutlingen asesinó con machete a una mujer y dejó a otros dos heridos. El mismo día otro refugiado sirio, cuya petición para asentarse en Alemania fue rechazada, se voló en el pueblo Bávaro de Ansbach hiriendo a una docena de personas. El 26 de julio dos yihadistas ingresaron a una iglesia en el norte de Francia, en Saint-Etienne-du-Rouvray, un suburbio de Rouen, y degollaron a un sacerdote católico.

Fidae entre el ahorro y el terrorismo

April 1, 2016 Comments off

Los tiempos cambian y así muta la naturaleza de los conflictos. Hace algunas décadas en la Feria Internacional del Aire y el Espacio (Fidae), realizada en los años pares,  abundaban los aviones de guerra. Las mejores máquinas de combate competían sobre los cielos de Santiago para seducir a los compradores. Eran años de vacas gordas en los que varios países de la región modernizaban sus arsenales aéreos. La presentación de los aparatos más avanzados incitaba a una carrera entre  los estados por disponer de los mejores equipos. Ello con la hipótesis de que el peligro mayor provenía de un choque  bélico con algún vecino. Los temores, como era previsible, no se materializaron. Ello no fue  gracias a los poderosos aviones, adquiridos entre otros por Chile, sino que  los gobiernos han preferido la diplomacia antes que el enfrentamiento.

En estos años el conjunto de la región enfrenta una dura desaceleración económica. El fin de la bonanza del precio de las materias primas cala profundo en los recursos de las naciones. Los fabricantes de onerosos sistemas de armamentos lo tienen claro y se abstienen de los fastuosos gastos de representación del pasado. Ausentes están  los aviones de última generación de Gran Bretaña, Francia, Rusia, Suecia y otros que solían realizar maniobras para exponer la potencia de sus prototipos. En esta Fidae,  la XIX, aparte del F-22 Raptor de Estados Unidos solo se aprecian los modelos de la Fuerza Aérea de Chile. El grueso de los aparatos es de transporte o de ala rotativa como llaman a los helicópteros.

Desde hace algunas versiones en la feria prolifera el material de empleo dual: civil y militar. El énfasis se desplaza en forma creciente desde la defensa a la seguridad. El acento ya no está en el poder de fuego sino que en la capacidad de vigilancia. Por ejemplo, en forma soterrada se libra una batalla entre los abastecedores de satélites de observación. Más de media docena de empresas se empeñan en proveer a Chile con su próximo ojo espacial.  Los aviones no tripulados o drones también están bien representados y son recomendados como un vigilante infatigable de las fronteras. Se los señala como el vigía más económico contra el narcotráfico y un explorador en casos de desgracias naturales. Las comunicaciones y los sistemas de mando y control, que permiten tener información oportuna y desplegar fuerzas de la mejor manera, están a la orden del día. Los abastecedores concentran sus esfuerzos en ofertar modernizaciones de los equipos existentes antes que en la venta de un 0 kilómetros.  En la hora de la austeridad es más fácil vender equipos que permiten aprovechar mejor lo que se tiene antes que ofertar costosas novedades. También es un reflejo de la preocupación a nivel mundial con la lucha contra el terrorismo, la ampliación de los llamados conflictos asimétricos, así como un mayor control de  las fronteras frente a movimientos migratorios.  Fidae es una buena ventana para apreciar las tecnologías de punta de los tiempos que corren.

 

El duelo Airbus vs Boeing

El consorcio europeo Airbus  dejó atrás a la empresa estadounidense Boeing en lo que respecta a las presentaciones en Fidae. En la versión anterior Airbus trajo al A-380,  el avión de dos pisos que puede transportar el mayor número de pasajeros. Boeing brilló por su ausencia entonces y ahora. Esta vez Airbus se hizo presente  con el A-350 que consume un cuarto menos de combustible y es llamativamente silencioso. La empresa Latam ha adquirido 27 unidades.

Cecil, el león que “mató” inmigrantes.

August 6, 2015 Comments off

Es un decir en periodismo que una noticia mata a otra. Un escándalo acaparará titulares hasta la llegada del siguiente que lo “mata”. Las audiencias adoran las historias de animales. El caso del león Cecil, muerto de un flechazo por un cazador estadounidense en Zimbabue, captó el interés público en asuntos mundiales. La indignación recordó el repudio suscitado por el monarca español Juan Carlos I que abatió un elefante.

Sobre Cecil se supo tenía un hermano llamado Jericó y también seis cachorros. Se temió sobre la suerte de esta parentela huérfana de su protector. Ahora se sabe que Jericó cuida de las crías. Buena noticia, además que toda la batahola ahuyentará a nuevos aventureros en busca de trofeos de caza.

Todo ello ocurre mientras miles inmigrantes árabes y africanos tratan de arribar a Europa. En lo que va corrido del año han muerto unas dos mil personas ahogadas en el Mediterráneo. Noche tras noche cientos de jóvenes buscan ingresar desde Calais, en Francia, a Gran Bretaña a través del Eurotúnel. David Cameron, el Primer Ministro británico, aludió a los millares, quizás unos tres mil aspirantes a asilo,  como un “enjambre” que amenazaba el país. La derecha populista inglesa exige el despacho del ejército para proteger las fronteras.

De lo que se sabe un gran número de los que pretenden entrar a Inglaterra son refugiados que huyeron de sus países en guerra. 20 por ciento proviene de Siria. Sus vidas corrían peligro en sus países natales. Pero a diferencia de Cecil poco se sabe de sus familias. Pero es claro que desesperadamente necesitan trabajo. Hoy los puestos escasean en Francia y en la Europa austral. Las posibilidades de empleo son mejores en el Reino Unido. Los alienta la esperanza, como a cientos de miles de migrantes latinoamericanos, de tener un ingreso que les permita enviar remesas a sus seres queridos. Con suerte amasar un pequeño capital para algún día, cuando las condiciones lo permitan, volver a sus terruños. Estos inmigrantes, como lo muestran varios estudios, son un aporte neto a la economía que requiere mano de obra joven no calificada. Pese a ello un sector de la prensa los presenta como una carga para los servicios sociales Londres estudia una ley que penará con cinco años de cárcel a quien arriende una vivienda a personas que están sin sus documentos de inmigración en regla. Una encuesta mostró que 80 por ciento de los británicos es partidario de endurecer las leyes migratorias y las que permiten la entrega de beneficios sociales. En todo caso un número mucho mayor de inmigrantes prefiere Alemania y Suecia.

La bomba demográfica

El ritmo de crecimiento de la población europea y africana es dispar: en África se cuentan nueve niños menores de diez años por cada persona de la tercera edad. En Europa, la población de menos de diez años es idéntica a la de mayores de sesenta. En África la tasa de natalidad es de seis hijos por mujer contra 1,5 en Europa. En cuanto a los migrantes, la población clave es la que tiene entre 15 y 24 años. En 1960 había 52 millones de africanos en esta franja, en 1980 eran 91 millones, y el 2000 eran 170 millones, se estima que para el 2025 serán 275 millones.

Viva Charlei

January 15, 2015 Comments off

Francia hizo un  duelo ejemplar. Los asesinatos perpetrados por  tres yihadistas franceses dieron pie a la mayor manifestación de la historia del país. Casi 4 millones de ciudadanos se volcaron a las calles en defensa de la libertad y contra el oscurantismo religioso. Los franceses recuerdan  una de las reflexiones de Napoleón Bonaparte antes de morir: “A la larga, el espíritu siempre vence al sable”. La idea fue traducida por muchos caricaturistas con un lápiz enfrentado a un fusil. El semanario Charlie Hebdo, con  una modesta circulación de 60 mil ejemplares, se había erigido en un campeón del anticlericalismo. Hay quienes estiman que las caricaturas contra el Profeta  Mahoma  eran ofensivas. Sin duda lo eran. Pero a favor de Charlie, una revista que me entretuvo e hizo reír de buenas ganas,  hay que decir que no discriminaba pues no se mofaba solo del dogmatismo islámico. El Papa y el Vaticano,  así como los rabinos,  eran blancos  recurrentes del humor iconoclasta. También católicos y judíos  practicantes protestaron, en más de una oportunidad, por caricaturas que consideraron próximas a la blasfemia. Su vocación anarquista apuntaba a  escandalizar al burgués y, en este caso,  a muchos otros.

Muchos de los que hoy proclaman “Soy Charlie” lo hacen en la vena de lo proclamado por  filosofo francés Voltaire:  “No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo”.  Desde los atentados su “Tratado sobre la tolerancia” ha vendido 120.000 ejemplares.    El tema de fondo no es cuan ofensivas son  las caricaturas. Nadie está obligado a comprar la revista. A quien le incomode no tiene más que ignorarla. Lo que es inaceptable es el derecho que los yihadistas se arrogan de imponer al conjunto de la sociedad sus estrechos criterios. Los extremismos religiosos  pretenden  que todos acaten sus normas. Así fue durante la inquisición y así es hoy con los fundamentalistas islámicos. Y entre las principales víctimas de la intolerancia están las mujeres a las que las somete a la condición de sirvientas privándolas, incluso,  de derechos humanos básicos.

En muchos países de Europa como Francia, Alemania, Holanda e Italia, entre otros, crece el fenómeno de la islamofobia. Es un proceso tóxico y peligroso en extremo. Se acusa a ciudadanos  de religión islámica, que han nacido y educado, por ejemplo en Francia, de constituir una suerte de entidad con una voluntad política uniforme. Así se habla del “peligro musulmán” como si el conjunto de ellos, que conforman el 7,5 por ciento de la población,  compartieran una visión monolítica. Hay musulmanes de izquierda, de centro y derecha. Los hay creyentes y laicos que adhieren a los ritos porque nacieron en una familia que los mantiene. Algo que ocurre en todas las religiones. El daño que algunos miles de yihadistas hace al conjunto de la sociedad pero, en especial, a los franceses musulmanes es inconmensurable.  Pero en su fanatismo y ceguera, es probable, que eso es lo quieran: separar aguas y radicalizar. Las masivas manifestaciones son un gran paso para frustrar a los fanáticos.  La edición de Charlie que viene de apareceru, con una tirada de cinco millones de ejemplares,  trae al Profeta en primera plana.  No podía ser de otra forma. Viva Charlei

 

La islamofobia

En Francia el Frente Nacional, un partido de corte fascista,  bordea el 30 por ciento de la preferencias de voto. En su plataforma electoral aboga por el fin de la inmigración en especial de personas de fe islámica. Es contrario al ingreso de Turquía a la Unión Europea dado que la gran mayoría de sus 75 millones de habitantes son musulmanes. Además aboga por programas de repatriación de todos aquellos inmigrantes que no cuenten con su  documentación al día.  La corriente xenófoba contra los practicantes del Islam  gana fuerza en Europa. Esta corriente de odio  se verá reforzada por  el yihadismo y el fundamentalismo que lo sustenta.